La Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) está avanzando en estrategias con distintos países de la región para la producción futura de hidrógeno a partir de energías renovables. Hasta el momento avanzó con Chile.

El 3 de noviembre pasado, el Ministerio de Energía de Chile publicó su Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, la cual, entre otros aspectos, busca aprovechar la oportunidad de producir y exportar hidrógeno verde y sus derivados, que incluyen amoniaco, metanol y combustibles sintéticos.

Su desarrollo considera tres objetivos: i) producir el hidrógeno verde más barato del planeta para 2030; ii) estar entre los tres principales exportadores para 2040 y; iii) contar con 5 Gigawatt de capacidad de electrólisis en desarrollo para 2025.

Y esto está considerado a través de tres etapas: acelerar el despliegue del hidrógeno verde en aplicaciones nacionales clave para 2025; entrar al mercado de exportación para 2030; y ser líder exportador global de hidrógeno verde a partir del costo de producción más barato del planeta (inferior a 1,5 USD/kg).

De este modo, Chile lidera este proceso en la región, pero hay otros países (como es el caso de Colombia) que también están interesados en embarcarse hacia la producción de este gas generado a partir del agua, el cual es considerado como el combustible del futuro.

En una entrevista para Energía Estratégica, Rodrigo Vásquez, Asesor Senior del Programa de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) en Chile, analiza el panorama.

¿Qué rol jugó la GIZ en el desarrollo de la Estrategia de Hidrógeno Verde que está impulsando Chile?

Desde 2015 que el programa de energía 4e de la GIZ ha estado fomentando el desarrollo del hidrógeno verde en Chile, a través de distintas acciones, como la realización de dos importantes conferencias internacionales junto al Ministerio de Energía y CORFO, acercando el hidrógeno a la industria y los desarrolladores de proyectos, lanzando un libro sobre la tecnología y las perspectivas para Chile, estudios para sentar las bases de la normativa, impactos ambientales, financiamiento y empleos.

De esta manera hemos contribuido a generar todo un contexto en el cual el Ministerio de Energía comenzó a generar esta Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, junto con los demás actores público y privado.

¿De qué manera va a cooperar Alemania en este desarrollo, con qué recursos, y por qué decidió involucrarse?   

Los proyectos del programa 4e están financiados por el Ministerio Federal del Medio Ambiente de Alemania, con la finalidad de apoyar la transición energética en Chile en el ámbito de luchar contra el cambio climático.

Uno de los énfasis de esta cooperación es el desarrollo del hidrógeno como elemento clave en la descarbonización de las matrices energéticas. Además, a través del proyecto Energy Partnership, se están estableciendo los lazos para trabajo conjunto en temas de exportación de hidrógeno y derivados, combustibles verdes y otras tecnologías que son de interés mutuo.

¿A su parecer, cuáles serán los desafíos más importantes que deberán atravesar los sucesivos gobiernos chilenos para que la política sea exitosa?

Para establecer un desarrollo de largo plazo, se deberá completar el marco regulatorio del hidrógeno en Chile, así como buscar alianzas con país industriales, como los EE.UU., Alemania o Japón, por un lado para atraer inversiones para proyectos de hidrógeno en el país, así como de desarrollar la cadena de valor de la exportación de hidrógeno verde y sus derivados a estos países.

Pensando en una integración latinoamericana, ¿de qué manera podrían contribuir los países de la región al desarrollo que se están dando en Chile y qué rol podría tener Latinoamérica en la producción futura del hidrógeno?

La clave para producir hidrógeno son las energías renovables. La región tiene el potencial de aumentar la capacidad renovable, la cual se necesita producir hidrógeno verde a gran escala.

La demanda energética en países industriales como Alemania, Francia o Japón es demasiado alta para cubrirla sin importaciones. El resto de los países latinoamericanos también cuentan con recursos renovables que pueden ser desarrollados, teniendo la oportunidad de  exportar su potencial renovable al mundo.

Para ello, ¿la GIZ está teniendo conversaciones con países de Latinoamérica además de Chile?

El programa 4e de la GIZ lanzó la plataforma H2LAC.org para el intercambio y fomento regional del hidrógeno verde. Por el momento estamos en conversaciones con las otras oficinas de la GIZ en la región para establecer una red de conocimientos e intercambio en Latinoamérica.