Un ambicioso proyecto energético se pondrá en marcha con el aporte que acordó el Banco Europeo de Inversiones BEI con Elia Transmission Belgium (ETB). Es una subvención de 702 millones de dólares para construir la primera isla de energía artificial del mundo.
Emplazado en la isla Princesa Elisabeth el proyecto tiene por objeto suministrarle a Bélgica 3,5 GW de nueva capacidad eólica marina para permitir su transmisión a la energía verde.
Consiste en una extensión de la red eléctrica en el Mar del Norte que conectará parques eólicos en el mar con el continente y creará nuevas conexiones con países vecinos.
El objetivo principal de la isla es fomentar el uso de energías renovables. Esto se logrará al conectar los parques eólicos del mar con la tierra firme, lo que permitirá aumentar la cantidad de energía renovable que se produce y se distribuye en toda Europa. Además, la isla también servirá como un centro de innovación para la energía renovable, lo que permitirá el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones para la transición energética.
Otro objetivo importante es aumentar la seguridad energética de Europa. En caso de que un país experimente una interrupción en el suministro de energía, la isla energética puede proporcionar una fuente de energía alternativa. Además, al establecer nuevas conexiones con otros países europeos, se podrá garantizar un suministro de energía más estable y seguro, dependiendo en menor medida de otras fuentes de energía cuyo suministro controlen otros países.
La isla energética Princesa Isabel es un proyecto ambicioso que tiene como objetivo fomentar el uso de energías renovables, aumentar la seguridad energética de Europa y crear nuevas conexiones con otros países europeos. El proyecto no solo tiene beneficios ambientales, sino que también tiene importantes beneficios económicos y puede ser un ejemplo para otros países en todo el mundo. Con la isla energética, Europa está liderando el camino hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.