Para Agustín Torroba, los Combustibles Sostenibles de Aviación (SAF) se presentancomo una gran innovación para descarbonizar el transporte aéreo, alineándose con los esfuerzos globales para neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar cero emisiones netas de CO2 para 2050.
Los Combustibles Sostenibles de Aviación (SAF, por sus siglas en inglés), forman parte de la innovación más prometedora para descarbonizar al sector aéreo.
En línea con las acciones adoptadas a nivel global, el sector de la aviación ha establecido medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, logrando la neutralidad de carbono a partir del 2020 y apuntando alcanzar cero emisiones netas de CO2 para 2050. Para ello, se han planteado una canasta de medidas, donde SAF representaría el 65 % de la reducción de emisiones al 2050.
El desafío de descarbonizar el sector aéreo es mayúsculo: de acuerdo a la última resolución de la Asociación del Transporte Aéreo Internacional (IATA), para el 2050 se necesitarán producir 449 millones de metros cúbicos de SAF para cumplir los objetivos previstos. Para dar una dimensión, hoy el mundo produce 165 millones de metros cúbicos de biocombustibles, casi todos con destino al trasporte terrestre (biodiésel y bioetanol). Simplificando el problema: al mundo le llevó 20 años desarrollar una industria de biocombustibles terrestres de 165 millones de metros cúbicos. Ahora, en poco menos de 30 años, deberá construir una industria de casi 3 veces ese tamaño.
Necesidad de consumo de SAF (barras azules) en comparación a la producción actual de biocombustibles
Para producir los este tipo de combustibles limpios hay dos materias primas que pican en punta por la madurez tecnológica, la disponibilidad de materias primas abundantes y sostenibles y por sus costos:
Los aceites vegetales y grasas animales, a través de la ruta tecnológica HEFA (Hydroprocessed Esters and Fatty Acids). Cabe destacar que Argentina es el principal exportador de aceite de soja del mundo, con grandes excedentes para producir SAF.
El mundo está demandando y demandará masivamente SAF, y el Mercosur puede convertirse en un jugador de relevancia, generando una industria de grandes dimensiones y exportando este producto con un fuerte valor agregado a sus materias primas. En particular, nuestro país cuenta con las dos cadenas de valor más importantes para producir SAF, con materias primas abundantes, sustentables y con una gimnasia de certificaciones que será fundamental para acreditar la sostenibilidad del SAF.
2) Los azúcares y almidones, a través de la ruta ATJ (Alcohol to Jet). Argentina, además de producir caña de azúcar y ser el segundo exportador de maíz (cereal con gran contenido de almidones) del mundo, posee desarrollada una cadena de valor de alcohol muy interesante, gracias a que el país mezcla bioetanol con naftas.
Las inversiones comienzan a materializarse masivamente en el mundo. Como se puede ver en el siguiente mapa, ya existen más de una docena de plantas de SAF en operación (recuadros naranjas) y cientos de plantas anunciadas y en construcción (recuadros azules).
Plantas de SAF operando (naranjas) e inversiones anunciadas y en construcción (azules)
La clave para el avance de inversiones en la región en general y en nuestro país en particular son el dictado de normativas de referencia. Es por ello que resulta fundamental que nuestro país avance en una política pública que le permita convertirse en una potencia exportadora de SAF al resto del mundo.
Es especialmente relevante el timming de adopción de la política: por la elevada escala de esta industria, si otros países vecinos se adelantan a forjar plantas de SAF, Argentina podría quedar relegada al haber una capacidad instalada suficiente a nivel regional. De allí la importancia de no “dormirse en los laureles”. Algunos países de la región ya han avanzado en el dictado de marcos normativos y estrategias, mientras que otros han anunciado inversiones para construir plantas de SAF.
Dado que el SAF representará una oportunidad monumental para generar una plataforma de exportación, es importante para nuestro país empezar a trabajar el tema aprovechando las grandes ventajas comparativas en términos de su abundancia de materias primas sostenibles y su tradición en la producción y consumo de otros biocombustibles.
*Especialista Internacional en Biocombustibles
Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura