Bentia Energy, la operadora petrolera creada por el ex ministro de Energía Javier Iguacel, pone en marcha su plan para encarar en simultáneo el desafío de cuatro áreas convencionales en Neuquén con una inversión de US$ 45 millones, y a la vez comenzar, ahí mismo, la exploración de Vaca Muerta que de resultar exitosa le debería permitir en menos de dos años definir un nuevo plan de inversión y producción.
El Gobierno de Neuquén aprobó recientemente la cesión del clúster Neuquén Norte a la UTE conformada por Bentia Energy (70%) e Ingeniería SIMA (30%), luego del retiro YPF. Así, las áreas Volcán Auca Mahuida, Don Ruiz, Las Manadas y Señal Cerro Bayo marcan el ingreso operativo de Bentia en la provincia.
Bentia fue fundada por Iguacel, Lucas Logaldo y Lisandro Garmendia con la visión enfocada en la reactivación de campos maduros como operador de un consorcio con SIMA Investment, subsidiaria de Ingeniería SIMA liderada por Diego Manfio y especializada en mantenimiento e infraestructura, y TB Cargo dedicada a logística, insumos y servicios.
La propuesta de trabajo para las cuatro áreas cuenta con tres fases bien diferenciadas. Iguacel, en diálogo con Econojournal, explicó que “la primera etapa es de eficiencia operativa y ahorro de costos que implica cambios en la manera de producir, desde cómo manejar la compresión, de poner disponibilidad del gas que hoy se está reinsertando para abastecer a Rincón de los Sauces o para generar energía eléctrica adicional al sistema hasta sumar tecnología y cambiar la modalidad de trabajo a nivel de yacimiento”.
La segunda fase es la de inversión en el convencional, donde los socios delinearon un plan para hacer reparaciones y reactivaciones de pozos que con la nueva modalidad de trabajo y reducción de costos deberían pasar a ser viables económicamente. “El trabajo inicial va a permitir vencer la curva de declino del campo de convencionales y mantener por un tiempo más o menos prolongado una producción estable”, aseguró.
“Después se pasará a la perforación con algunos pozos exploratorios convencionales, sobre todo en la zona de Volcán Auca Mahuida y en Las Manadas que es una zona de reserva difícil pero que permitirían producir en un flanco que tiene su dificultad geológica”, explicó el ex ministro al detallar que el proceso demandará una inversión de US$ 45 millones con 24 pozos de reparación, 11 nuevos pozos y otros cuatro exploratorios, en los tres próximos años.
La tercera ya excede el convencional y enfoca en la exploración de Vaca Muerta, con la particularidad de que hay segura presencia no convencional pero con una complejidad que la formación no registra en otras zonas, al menos inicialmente, por la presencia de fallas que para algunos puede dificultar el aprovechamiento del recurso.
“Con tecnología y con mucho trabajo de geología creemos que se puede desarrollar -agregó-, y con los estudios de análisis de la sísmica volver a armar los modelos y a partir de ahí entrar de lleno en la fase tres para hacer algunos pilotos como para probar esta idea y buscar romper otro paradigma respecto de las fallas que esperamos encontrar, tal como hicieron Phoenix hacia el borde de cuenca o Vista en Bajada del Palo Este, Tecpetrol al sur o Capex que extienden los límites hacia donde se pensaba hace años que no iban a poder ser productivas y hoy lo son”
Ese trabajo inicial en Vaca Muerta debería demandar entre uno y dos años, por eso se solapa con la ejecución del trabajo convencional, de reparaciones y perforaciones. En un contexto de fuerte baja de precios internacionales del crudo, Iguacel expuso la necesidad de avanzar con “eficiencia operativa para tener continuidad en el convencional y poder producir y generar nuevas inversiones con un barril de 55 a 60 dólares. Después el desarrollo de Vaca Muerta puede ir más rápido o más lento en función de la señal de precios con un desarrollo que se puede ralentizar, pero que se va a dar”.
En cuanto a los niveles de producción Bentia recibe los cuatro bloques del cluster Norte con unos 2.500 barriles equivalentes al día, algo que con las reparaciones y las primeras perforaciones podría escalara a los 3.500 barriles, a lo que se podrá sumar el eventual aporte por decena de miles resultado de una exploración exitosa en el no convencional.
En estos bloques, Iguacel reconoció que “YPF hizo un trabajo a conciencia en cuanto a integridad de instalaciones y un muy buen manejo medioambiental, sin grandes pasivos a pesar de que hay pozos abandonados que forman del acuerdo con la provincia y que son parte de un programa de abandonos que arranca el año uno. No vamos a esperar hasta el final, que es lo que históricamente se hizo, y eso es un cambio de paradigma que también demoró un poco toda la discusión”.
Por el contrario, sí advirtió que “hay casos de tecnología muy antigua como la de compresión o en exceso con máquinas que no se necesitan y por las cuales se paga mantenimiento. Ahí es donde es necesario incorporar mucha más flexibilidad a la hora de intervenir los pozos en estas áreas”.
En ese sentido Bentia buscará la agilidad con un proveedor local de servicios de pozos, mientras que la parte de operación y mantenimiento se concentrará en el socio Sima, en funciones que antes estaban dispersas en ocho contratistas, lo que se espera genere más sinergia y ayudar en el uso de tecnología de telesupervisión y telemedición que ya estaba instalada pero no se utilizaba en toda su dimensión.
“Contrastan mucho estos campos convencionales con lo que hizo el YPF en inteligencia artificial y control de todo Vaca Muerta -ejemplificó-, donde obviamente puso todo su su energía, pero que en estos campos no se ve porque la rentabilidad o el volumen de negocio no le rendía, pero que a nivel de convencional se puede hacer porque están los datos, están los registros y hay que poner un poco de desarrollo”.
Bentia también espera la aprobación para su ingreso a la concesión del Cluster Neuquén Sur, que forma parte del Plan Andes de YPF, también en producción de petróleo y gas y cuya definición se demoró un poco más por la extensión en las negociaciones de la que participaron otros oferentes. Se trata de tres bloques convencionales en la zona de Plaza Huincul que terminarán de conformar el 100% de la cartera de la nueva compañía.
“En el sur este también tenemos planes similares en la misma lógica eficiencia operativa. Primero enfocados en el desarrollo convencional, con la necesidad de ir muy rápido a reactivar pozos, porque hace bastante que no se hace mantenimiento y hay muchos pozos parados que hay que poner rápido en producción”, explicó. Pero a diferencia del Clúster Norte, el plan de desarrollo de los campos incluye aplicar tecnología de Vaca Muerta al convencional con pozos horizontales de larga extensión.
, Ignacio Ortiz
0 comments
Write a comment