Un pasaje del discurso del presidente Javier Milei en la Asamblea General de las Naciones Unidas volvió a exhibir la tensa relación que mantiene con el mundo musulmán. En Nueva York, Milei cuestionó a los países que imponen el hiyab a las mujeres y reiteró su apoyo incondicional a Israel como única democracia liberal en el Medio Oriente. Los desencuentros con la comunidad musulmana en la Argentina y la orientación del gobierno en política exterior son llamativos si se considera la búsqueda de inversiones de países musulmanes en el sector energético, como es el caso de la petrolera estatal malasia Petronas, cuya participación en el proyecto Argentina LNG de YPF quedó en duda.

En su discurso ante la 79° Asamblea General, el presidente enfatizó que la Organización de las Naciones Unidas dejó atrás la agenda de la paz para comenzar a imponer “una agenda ideológica a sus miembros”. “La Agenda 2030, aunque bien intencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional, de corte socialista”, disparó Milei.

Como parte de ese análisis, el primer mandatario subrayó lo que considera como contradicciones de la organización. “En esta misma casa que dice defender los derechos de las mujeres, permiten el ingreso, al Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, a países que castigan a sus mujeres por mostrar la piel. En esta misma casa –sistemáticamente- se ha votado en contra del Estado de Israel, que es el único país de Medio Oriente, que defiende la democracia liberal, mientras se ha demostrado -en simultáneo- una incapacidad total de responder al flagelo del terrorismo”, fustigó Milei.

Dardos

Si bien los dardos fueron apuntados hacia la ONU, la crítica velada a la cultura islámica y el alineamiento con Israel no constituyen temas menores en las relaciones comerciales con el mundo. Por caso, Petronas es la petrolera estatal de Malasia, país que no reconoce oficialmente al Estado de Israel.

Por otro lado, el Islam es la religión oficial de Malasia y es profesada por más de la mitad de su población. El país no tiene ninguna ley que imponga a las mujeres vestir el tudong, una forma de hijab o velo popular en el sudeste asiático. En cambio, otras naciones como Arabia Saudita, Qatar e Irán incorporan la sharia o ley islámica en su andamiaje legal, lo que habilita su imposición.

Al igual que el gobierno del Frente de Todos (Unión por la Patria), La Libertad Avanza también intenta atraer inversiones árabes en el sector energético. El gobierno tenía pautado un viaje a Arabia Saudita en búsqueda de inversiones, pero fue pospuesto sin fecha nueva en la antesala de la presentación del presupuesto 2025 en el Congreso. La misión iba a tener a la cabeza al ministro de Economía, Luis Caputo. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, es quien lleva principalmente las riendas de la relación con un país que, al igual que Malasia, no reconoce al Estado de Israel.

Por otro lado, una delegación de empresarios de Emiratos Árabes Unidos visitará Neuquén con el objetivo de explorar oportunidades de inversión vinculadas con Vaca Muerta. La visita se realizará entre el 16 y 17 de octubre y forma parte de una agenda más amplia que incluye reuniones en el Congreso Nacional.

Martín Menem con el embajador árabe en Buenos Aires, Hussein Mohammad Abdulfatah Alassiri.

Asperezas con la comunidad musulmana

Menem y otros dirigentes del oficialismo han tenido que limar algunas asperezas con la comunidad musulmana. Milei desde su asunción habló en reiteradas ocasiones de «terrorismo islámico». El Centro Islámico de la República Argentina, la principal asociación que nuclea a la comunidad islámica en el país, viene cuestionando la utilización del término, al que considera «agraviante» para la comunidad. “Terrorismo es terrorismo. No se lo puede asimilar a ninguna expresión religiosa ni cultural”, dijo el vicepresidente del Centro Islámico, Fabián Héctor Jatib. La asociación ha solicitado una audiencia con el presidente sin éxito.

Pero el desencuentro más significativo ocurrió en junio con el faltazo a último minuto del presidente a una reunión programada con el Consejo de Embajadores de los grupos árabe e islámico en Buenos Aires. Milei se encontraba de camino al Centro Cultural Islámico, en Palermo, pero cuando se enteró de que en el lugar estaba el embajador de Palestina dio marcha atrás y regresó a la Casa Rosada. En la mezquita Rey Fahd de Palermo lo aguardaban 19 embajadores y representantes de países árabes y musulmanes.

La Liga Árabe, organización que nuclea a los países árabes, expresó “gran consternación y sorpresa” por el desplante presidencial. «La Secretaría General confirma que tal comportamiento refleja una posición hostil e injustificada no sólo hacia el Estado de Palestina, sino también hacia el grupo árabe. También lamenta que se haya producido una posición tan poco diplomática e inaceptable por parte del jefe de un país para el cual los árabes tenemos un gran respeto por sus anteriores posiciones positivas sobre la cuestión palestina, que lamentablemente han sido revertidas a manos de la actual administración política», cuestionó.

, Nicolás Deza