Dos semanas atrás, el Gobierno de Chile, a través del Ministerio de Energía, anunció la conformación de un grupo de “embajadores del hidrógeno verde”.

La misión de este conjunto de expertos y expertas está enfocada a dar respuestas sobre áreas específicas para lograr desarrollar los objetivos que se propone la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde.

El Dr. Erwin Plett, CEO de Low Carbon Chile y socio profesional de la Asociación Chilena de Hidrógeno (H2 Chile), es uno de los embajadores. En estos momentos está trabajando como -junto a Rosario Navarro, Vicepresidenta de Sonda- dentro del área de “Formación de Capital Humano”.

En una entrevista exclusiva para Energía Estratégica, Plett cuenta cómo se están preparando para intentar incorporar a unas 100.000 personas al campo laboral de la industria del hidrógeno verde.

En principio, ¿cuáles son los principales desafíos que tendrá esta liga de embajadores expertos en la incorporación de hidrógeno verde en Chile?

La Estrategia Nacional del Hidrógeno Verde contiene los lineamientos y las ambiciosas metas que queremos alcanzar.

En la gobernanza de esta estrategia se crean dos entidades, una es el “Consejo del Hidrógeno Verde” para asegurar la continuidad en el tiempo de la estrategia, y está compuesto por los Ministros de Energía, Medio Ambiente, Ciencias, Minería, Relaciones Exteriores y el Director Ejecutivo de CORFO (corporación de fomento a la producción) dependiente del Ministerio de Economía, más seis representantes de la sociedad civil.

La otra entidad son los Embajadores de la Estrategia del Hidrógeno Verde, y cada uno de estos diecinueve embajadores son expertos en sus respectivas áreas.

El desafío que tienen no es menor, ya que deberán generar tracción y comunicación transversal de la estrategia en las industrias de la minería, el transporte, el petróleo y gas, abocarse a la facilitación de la exportación, pasar el mensaje en las áreas educación y participación de la ciudadanía, proponer alternativas de financiamiento e incentivos, armar el encadenamiento económico y promover a las pymes, explicitar el valor local y el involucramiento de las comunidades, así como la creación del capital humano necesario.

¿Ya han adoptado una hoja de ruta de trabajo?

En marzo tendremos nuestra primera reunión formal de embajadores en la que se trazarán los planes, se conocerán los recursos, responsabilidades y alcances de cada sector. Cuando tengamos esos planes encantado de compartir la información.

En el ámbito específico de la Formación de Capital Humano estamos actualmente iniciando una serie de entrevistas entre los socios empresa de H2 Chile, la Asociación Chilena de Hidrógeno, para conocer las necesidades específicas de las empresas que participan en toda la cadena de valor del hidrógeno verde, desde la generación eléctrica (incluyendo transmisión y distribución) y del agua (y su purificación), pasando por almacenamiento del hidrógeno, transporte, dispensamiento, utilización, mantención, producción de derivados energéticos del hidrógeno, etc. Aquí tenemos acceso a la larga experiencia e información internacional de las habilidades y conocimientos que requieren los trabajadores de esta industria.

Un aspecto fundamental en el manejo del hidrógeno es el de la seguridad que nos ha permitido en Chile trabajar con hidrógeno industrialmente desde hace muchas décadas sin incidentes. En el aspecto formativo este aspecto es similar al tema de la seguridad alimenticia y sus condiciones de higiene, que han avanzado en Chile para tener una agroindustria exportadora de clase mundial.

Erwin Plett, uno de los expertos “embajadores del hidrógeno verde”

¿Cuál ha sido su experiencia en el ámbito de formación de capital humano y qué desafíos deparará la actividad del hidrógeno dentro del campo laboral?

En el aspecto formación de capital humano me parece relevante diferenciar los dos aspectos fundamentales que son los conocimientos teóricos y complementariamente la experiencia práctica.

Personalmente tengo que admitir que en mi educación formal he invertido unos veinte años hasta el posdoctorado, con el complemento que en paralelo he trabajado en la práctica desde que tengo uso de razón, debido a que mis padres tenían una pyme manufacturera y obviamente toda la familia tenía que cooperar según su edad y habilidades. La universidad de la vida deja una gran formación práctica.

El estudio formal proporciona “el por qué”, y la experiencia práctica “el cómo”, el know-how. Mi carrera profesional ha sido en la industria y el haber sido también docente en los ámbitos universitarios de distintos continentes y de formación técnica industrial, aporta al entendimiento práctico de cómo formar personas en los más diferentes niveles.

Por ello, considero que es indispensable aquí motivar que muchas personas “aprendan un oficio” relacionado con la nueva Economía del Hidrógeno, y que también algunos “estudien una profesión” relacionada con este nuevo vector energético.

El haber estado siempre relacionado con tecnologías de punta en mi experiencia laboral me ha enseñado, por otro lado, que la rápida obsolescencia tecnológica nos obliga a “aprender a aprender” continuamente, y esa curiosidad, flexibilidad y apetito por lo nuevo para seguir formándose es una habilidad blanda fundamental para todas las personas que necesitamos formar y certificar en sus nuevos trabajos.

Los estudios recientes cuantifican que esta nueva industria del hidrógeno verde creará del orden de 100.000 nuevos puestos de trabajo, y todos ellos requieren de una excelente formación, lo que constituye un desafío muy interesante.

Si nos transportáramos a diciembre del 2021, ¿qué acciones debería haber logrado Chile durante este año para que la Estrategia de Hidrógeno Verde se empiece a manifestar de manera exitosa?

Lo interesante de la Estrategia Nacional del Hidrógeno Verde es que tenemos un ambicioso plan para incentivar la economía que se extiende por las siguientes décadas, es un plan de largo plazo. En Chile, exclusivamente en el ámbito de la energía, tenemos una planificación de largo plazo llamada “Energía 2050”. Lo mismo pretendemos hacer con la Economía del Hidrógeno para seguir una ruta planificada y que sea continuada de un gobierno al siguiente, habiendo definido al hidrógeno verde como un asunto de estado.

Si queremos generar desde cero una nueva industria sustentable basada en el gran potencial de energías renovables que tenemos, y que no me cabe ninguna duda que será mayor al aporte actual de la minería (10% del PIB), lo haremos en bastante menos tiempo que lo que lleva desarrollándose la gran minería durante ya más de un siglo. Para ello se necesita constancia en las políticas públicas y mucha perseverancia en el gobierno, la industria y toda la comunidad.

Las ambiciosas metas cuantitativas en la estrategia son tener en operación (o en ejecución) 5GW en electrolizadores al 2025, y 25GW para el 2030, lo que es tanto como toda la potencia eléctrica instalada 2020 en Chile.

Personalmente me sentiría muy satisfecho si al finalizar este 2021 tenemos en discusión dentro del parlamento una Ley Marco del Hidrógeno Verde con claros lineamientos para poder atraer capitales nacionales y extranjeros necesarios, que tendrán que ser muchos billones de dólares.

Sería ideal tener establecidos contratos de largo plazo para la exportación de hidrógeno verde a ultramar y varios proyectos piloto para empezar a crear el capital humano en forma práctica, en plantas concretas. Para alcanzar estas metas necesitamos la cooperación público-privada y el entendimiento de la sociedad de esta gran oportunidad.