Los técnicos que integran el equipo energético de La Libertad Avanza (LLA), liderados por Eduardo Rodríguez Chirillo, que salvo cambios de último momento asumirá como secretario de Energía de la administración de Javier Milei, escribieron en las últimas semanas el esqueleto de una Ley Ómnibus que incluye cambios importantes en un conjunto de leyes en áreas estratégicas, una de ellas la energética.

Desde el búnker libertario explicaron a EconoJournal que esa norma funcionará, en los hechos, como una especie de plataforma de gobierno. Incluirá modificaciones en un buen número de leyes y está siendo redactado por los equipos técnicos de LLA, que nuclean a unos 150 profesionales de distintos rubros coordinados por Nicolás Posse, el favorito para asumir como jefe de Gabinete de la próxima gestión. Abogado especializado en Derecho Administrativo, Rodríguez Chirillo es uno de los principales escribas de esa Ley Ómnibus, que está pensada, en términos de diseño regulatorio, como una Ley de emergencia económica, aunque las huestes liberales evitan esa referencia por su obvia vinculación al imaginario kirchnerista, que prorrogó esa norma de forma ininterrumpida durante 15 años para intervenir en la economía.

En materia de energía, la Ley Ómnibus en la que trabajan los equipos libertarios —cuya redacción no está concluida, sino que, por el contrario, está previsto que se registren distintas incorporaciones en las próximas dos semanas— incluirá, por caso, una modificación de la Ley 27.007, que promovió la estatización de YPF, a fin de habilitar la firma de contratos de exportación  de hidrocarburos con transporte en firme y darles el mismo rango constitucional que poseen los contratos de abastecimiento del mercado interno.

Eduardo Rodríguez Chirillo (en el centro), el favorito para asumir en la Secretaría de Energía.

Se apunta a elevar la jerarquía de los contratos de exportación con vistas a incrementar la confianza de inversores privados, y al mismo tiempo, a terminar con la discrecionalidad estatal que habilita la resolución 241 de la Secretaría de Energía, que se aplica para otorgar permisos de exportación de petróleo y gas.

Infraestructura

Asimismo, se proyecta una modificación de la Ley del Gas (Nº 24.076) con el propósito de habilitar que obras de transporte y de tratamiento de hidrocarburos se puedan realizar con mayor facilidad como iniciativas privadas, para lo cual se autorizará el repago de esas inversiones mediante una tarifa expresada en moneda dura (dolarizada) con el objeto de disipar el riesgo implícito de operar en una economía con alta inflación como la argentina. “La idea es establecer un mecanismo de desarrollo de nueva infraestructura de hidrocarburos. En la Ley (Ómnibus) se definirán sólo las generalidades. Luego habrá que reglamentar cada aspecto en particular”, expresaron fuentes cercanas al equipo energético de LLA.

A su vez, está contemplada alguna modificación a la Ley de Biocombustibles, aunque su alcance estará sujeta a la segura negociación que se habilitará con gobernadores productores de biodiesel y bioetanol. Y también se incorporarán cambios en el proyecto de Ley de Gas Natural Licuado (GNL) que presentó el gobierno de Alberto Fernández.

Cambio profundo

En el búnker libertario terminarán de precisar en los próximos días los nombres propios de las personas que asumirán posiciones en las dependencias y organismos que configuran el tablero de control del sector energético. Según las fuentes consultadas por EconoJournal, Rodríguez Chirillo asumirá el 10 de diciembre como secretario de Energía en reemplazo de Flavia Royón.

Carlos Casares (hidrocarburos), Luis De Ridder (combustibles) y Jorge Garavaglia (energía eléctrica) ocuparían cargos relevantes en ese armado. Existe un listado con otros 15 profesionales para cubrir posiciones estratégicas en toda el área energética.

La intención de los referentes de LLA es llevar adelante un profundo recambio en organizaciones controladas por el Estado que cumplen funciones claves en la gestión diaria del sector energético. En esa lista figuran la estatal Enarsa, Cammesa, el Enargas y el ENRE. Está previsto el reemplazo no sólo de la conducción política de esos organismos, sino también de la línea gerencial de perfil técnico. Las fuentes consultadas explicaron que muchos de esos cuadros, pese a cumplir un rol técnico, terminaron plegándose a la política perdiendo independencia y capacidad de gestión. “La idea es reemplazar a esos cuadros mediante concursos privados”, indicaron.

, Nicolas Gandini