Varios Estados del Norte de México sufrieron un apagón intermitente durante dos días debido a las bajas temperaturas en Estados Unidos, más precisamente en Texas, que imposibilitaron el paso de gas natural al país mexicano.
A diferencia de lo ocurrido el 28 de diciembre del año pasado, esta situación sí fue controlada según especialistas de la materia. En este caso, los cortes fueron programados y realizados por el Centro Nacional de Control de Energía bajo un proceso denominado como “tirar cargas”.
“Esto lo hace el CENACE por la situación de escasez de gas natural, para mantener la estabilidad y tener seguridad o proteger la infraestructura eléctrica en México”, aseguró Luis Romero, experto del sector renovable.
Ante dicha situación la Comisión Federal de Electricidad puso a disposición toda la energía proveniente de otras fuentes de generación. A raíz de ellos surgen una serie de preguntas: ¿Cómo está conformada la matriz energética mexicana? ¿Es necesario amplificarla?
Romero aseguró que “la gran mayoría de la matriz está basada en gas natural, lo que deja a México en una posición de vulnerabilidad”. “Y para tener una matriz más robusta necesitamos diversificar, tener una canasta más diversa con distintas fuentes de generación y renovables”, agregó.
Con ello se refiere a que haya más participación de los actores y no sólo de una empresa. “Eso permitirá tratar de minimizar este tipo de eventos”, aportó el experto.
“Esta urgencia de transitar a un sistema más robusto, resiliente y diversificado” es consecuencia también de los efectos del cambio climático, por lo que, para Romero, estos apagones “son sólo una probada de lo que veremos cada vez más frecuentemente en este tipo de eventos meteorológicos”.
Otras de las problemáticas que observa Luis Romero es el almacenamiento eléctrico y, tanto a corto como a largo plazo, y la ampliación y modernización de la red, un tema “pendiente y vital en estos momentos”.
“Recordemos que actualmente la única empresa que puede llevar a cabo estas obras es la CFE y podría tomar un papel fundamental”, apuntó.
Además destacó que “CFE debería voltear a otras fuentes de generación, verificar la confiabilidad que ofrecen este tipo de plantas, y ser agnósticos al tipo de tecnologías. Allí se pueden dar cuenta de todas ventajas de una matriz diversificada, ver la realidad como es y tomar las mejores decisiones para los mexicanos”.
Por otra parte, la cuestión de los apagones puede afectar al debate de la iniciativa preferente presentada por el Ejecutivo Federal para reformar la Ley de Industria Eléctrica”. En este aspecto Romero considera que existen dos posibilidades.
“La primera es positiva en el sentido de que esto nos recuerde el por qué diversificar la matriz y por qué dar acceso a otros participantes. Mientras que el otro que veo es más bien negativo. Es decir, que esto se utilice como una excusa o pretexto para privilegiar las superaciones de la empresa estatal”.
“Esto sería perjudicial ya que en el discurso veríamos nuevamente todos estos elementos de la mala entendida soberanía e independencia energética. Pensar que estas situaciones pueden ser atendidas únicamente por una empresa, le haría mucho daño a México, sus ciudadanos y a todo el sector productivo, que puede derivar en una afectación económica significativa”, añadió.