La Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía) le pidió al Gobierno nacional, en cabeza del Ministerio de Minas y Energía, tomar medidas urgentes que permitan el pronto ingreso al Sistema Interconectado Nacional (SIN) de la energía limpia que genera las renovables.

La entidad aseguró que la demora en el procedimiento de conexión de nueva capacidad de generación de energía limpia como la eólica y solar, sea a la red de transmisión nacional o de distribución, es uno de los principales cuellos de botella que tiene hoy la transición energética en Colombia.

Advirtió que esta situación genera retrasos y limita el largamente esperado alivio en el cargo por las restricciones, componente de la tarifa que recientemente ha alcanzado un mayor costo que inclusive el componente de transmisión.

Cabe destacar que el componente de restricciones de la tarifa eléctrica es un costo variable para cada mes, que está relacionado con la generación de seguridad que se define según criterio de XM para preservar la estabilidad del sistema y, es mayor en la medida que los proyectos de expansión tanto de transmisión y de generación se demoran en entrar en operación.

Esta generación de seguridad normalmente no es eficiente y es más costosa para los usuarios porque depende de tecnologías más ineficientes o recursos más costosos no competitivos como el gas importado, por ejemplo.

Sandra Fonseca, directora Ejecutiva de Asoenergía, aseguró que también contribuye al problema la falta de un proceso de consulta previa efectivo y eficaz que pueda ser preciso y claro en sus tiempos.

“Como gremio representante de los usuarios no regulados, consumidores de energía eléctrica y gas natural, aún se observa un panorama alejado de las metas trazadas en generación y en la mayoritaria composición de las energías renovables en la matriz energética del país”, indicó.

Y agregó: “Las inversiones que se requieren para llegar a cumplir las metas establecidas vienen en general de capital privado, con recursos crecientes estimados teniendo en cuenta el crecimiento del dólar y a la inflación que incrementa el precio de los insumos”.

“Por esto, no sólo es necesaria la entrada de los proyectos que se han asignado, sino la continuación de proyectos claves y relevantes de gran escala”, concluyó.

Por otra parte, en el Informe Sectorial No. 28 de Asoenergía, se advierte que al cierre del gobierno anterior, el país completó 25 granjas solares, 2 parques eólicos, 10 proyectos de autogeneración a gran escala y más de 3.000 proyectos solares fotovoltaicos de pequeña autogeneración, los cuales suman en total una capacidad instalada de 880 megavatios (MW) en operación, y cuyas inversiones se estimaron en cerca de 3,1 billones de pesos.

La meta inicial trazada por la Nación de superar los 2.500 MW de capacidad instalada para finales del año 2023 está demorada (con lo que se tiene en el momento solo se ha cumplido con el 22% del objetivo), y los proyectos faltantes requieren recursos por cerca de $8,68 billones en inversiones.

El balance genera inquietud, ya que, si se quiere cumplir con la expansión prevista entrando entre los años 2025 a 2026 con una capacidad esperada en plantas solares y parques eólicos de 4.500 MW, que representarían el 15% de participación de las energías limpias en la matriz de generación del SIN, el total de inversiones necesarias ascenderían a cerca $15,81 billones.

En esa línea, la directora Ejecutiva de Asoenergía afirmó que si se proyecta que el 30% de la matriz de generación del SIN sea exclusiva para las fuentes de energías renovables no convencionales, que representarían cerca de 9.000 MW de capacidad instalada, los requerimientos de inversiones superarían los $30 billones.

Fonseca advirtió que se tendría en cuenta ese monto “sin contar con la efectividad en el desarrollo de la infraestructura, que depende de la eficiencia de los desarrolladores y la certeza de la conexión de cada proyecto, para operar en las fechas oportunas de entrada en operación estimada de los proyectos”.