Los futuros del gas subieron hasta un 13% el lunes. Este mes, el gas se disparó más de un 30% por las prolongadas interrupciones de la producción en Noruega, que contrarrestaron la escasa demanda.
El gas holandés a un mes, la referencia europea, subía un 13%, a 36,80 euros el megavatio-hora (MWh), a las 9.25 horas en Amsterdam. El contrato equivalente en el Reino Unido también subió un 13%.
“El riesgo geopolítico ruso es ahora mucho mayor que antes del fin de semana”, afirmó Tom Marzec-Manser, responsable de análisis de gas de ICIS en Londres. “La incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir en las próximas semanas en la propia Rusia, más que en Ucrania”, está empujando el gas al alza.
Aunque Europa ha reducido considerablemente su dependencia del gas ruso por gasoducto, Moscú sigue siendo un importante proveedor de gas natural licuado. El continente también recibe una gran cantidad de GNL de otros países como Estados Unidos, y el combustible en general ha sido crucial para garantizar el suministro durante la crisis energética.
Otros factores se suman a las presiones del mercado. Los envíos desde Noruega siguen limitados por el mantenimiento de varias instalaciones. Además, continúan los trabajos de temporada en grandes proyectos, como la planta de procesamiento de Nyhamna y el yacimiento de Troll.
En Rusia, hubo indicios de que la situación se estaba calmando. Las autoridades moscovitas suprimieron el denominado régimen antiterrorista implantado el sábado, al iniciarse un motín por parte del grupo Wagner.
La Bolsa de Moscú volverá a operar con normalidad. El petróleo en Londres se mantuvo relativamente estable con un avance del 0,7%, mientras que el trigo en Chicago subió un 1,7%. Los futuros de las acciones estadounidenses y europeas subieron.
“En general, al igual que el resto de materias primas relacionadas con Rusia, el impacto por ahora es limitado”, afirmó Ole Sloth Hansen, responsable de estrategia de materias primas de Saxo Bank A/S.