“Hemos dado un gran salto en materia de energías renovables no convencional, pero ya estamos pensando en el siguiente paso, donde definidamente el hidrógeno va a jugar un papel fundamental en materia de combustibles limpios, de almacenamiento, de energías renovables no convencional”.

La afirmación es del ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, que en una conferencia de prensa aseguró que el Gobierno está “trabajando en varios frentes” para el desarrollo de lo que ya se prevé como el combustible del futuro: el hidrógeno.

Uno de ellos tiene que ver con la convocatoria que la cartera energética, junto a la UPME y el Ministerio de Ciencias, adjudicó a principios de noviembre y consta en un estudio que identifique fuentes potenciales de hidrógeno verde (producido con renovables) y azul (producido con gas) en Colombia.

El proyecto está siendo llevado a cabo por la Universidad de la Sabana junto a la Universidad de Antioquia, Cotecmar, la Escuela Naval de Cadetes y la empresa gasífera Drummond. Estado aportará hasta 650 millones de pesos (170 mil dólares) para su desarrollo.

Por otro lado, Mesa anunció que, con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lanzaron una convocatoria para que se establezca una “hoja de ruta” que marque los próximos pasos que deberá tomar el país para subirse a la carrera por la producción de hidrógeno a precios competitivos.

Se estima que desde el 2030 se requerirán más de 8 millones de toneladas de hidrógeno verde al año, teniendo en cuenta los compromisos ambientales que los distintos países están asumiendo para descarbonizarse.

Mesa aseguró que la hoja de ruta se adjudicará el mes que viene y que para el primer trimestre del 2021 el trabajo quedaría concluido.

Finalmente, el ministro de Minas y Energía destacó la celebración de una alianza con Siemens Energy para que se profundice la apuesta del hidrógeno en Colombia. “Ha sido una de las empresas líderes no solamente en Europa, como en Alemania, sino también en Chile”, enfatizó.

En esa línea, Mesa adelantó que están emprendiendo conversaciones con Alemania, Chile y Australia para cooperar con ellos en la producción de este combustible que dominará en el futuro, el cual se produce a partir de la descomposición del agua.