La resolución de los contratos pendientes de las licitaciones públicas del programa RenovAr y del Mercado a Término (MATER) sigue siendo un tema de debate en el sector energético de Argentina.

Proyectos que aún no tienen una disposición asegurada y que representan  aproximadamente 2000 MW en stand by, con inversiones cercanas a 2.000 millones de dólares sin concretarse.

Para aportar una voz más al asunto en cuestión, Energía Estratégica contactó a Marcelo Álvarez, responsable de Relaciones Institucionales & Desarrollo Regional en ITASOL.

“Debería analizarse caso por caso cuáles son factibles de ejecutarse y cuáles no. Analizar causas para discriminar qué fue especulación y qué fue cambio de condición de desborde en la macroeconomía del país”, comentó el especialista.

“Se debería devolver toda la potencia reservada al sector renovable, ya sea con nuevas subastas con las modificaciones que quiera hacer el gobierno, o en el Mercado a Término, pero se debe sostener esa capacidad de despacho en el ámbito de las energías limpias”, agregó.

Otra de las preocupaciones que destacó Álvarez es el cumplimiento con las metas de la Ley 27.191, detalladas en el Artículo 5º, que indica que el consumo total de energía a nivel nacional esté cubierto en, al menos, 20% con energías renovables.

– ¿Por qué se llegó a esa situación? – “Se dio la tormenta perfecta: Falta de política para el sector, por lo menos explícita, además de un problema financiero macroeconómico que excede a las renovables y un problema global como la pandemia que retrasó todo”, explicó.

Como solución a este problema propone “tener una política justa, con soluciones generales donde todos los jugadores sepan a qué atenerse, pero que a la vez sea contemplativa con los casos de fuerza mayor”.

Con ello apuntó principalmente a los actores “especuladores” que ingresaron a un mercado con proyectos que posteriormente vendieron sin saber si eran ejecutables o no. Dado que aquellos que no son ejecutables ocupan parte de la capacidad de despacho potencial del sistema y “genera perjuicios a terceros, al Estado nacional y a privados”.

Y si bien afirmó que “sería muy estricto con los especuladores”, también aclaró que “hay otros proyectos serios a los que en el medio les cambiaron las condiciones para el financiamiento” y no pudieron construirse, con los cuales tomaría una determinación más contemplativa.

Por último, en lo que refiere al mercado entre privados lo ve con buenos ojos: “Es una iniciativa, un instrumento que en un mercado en equilibrio debería funcionar”.

“El problema es que en Argentina casi ningún privado quiere tomar un contrato a término en dólares de mediano o largo plazo. No sabe si el precio que está contratando lo va a dejar fuera de mercado o no. Es una lotería que pocos jugadores pueden jugar”.

“Y las energías renovables son un elemento de democratización del sistema. Tendrían que ser un instrumento para que las PyMES se integren y tengan un impacto en las economías renovables y no sólo concentrarse en los grandes jugadores”, argumentó Álvarez.