El intendente de Neuquén, Mariano Gaido, presentó el presupuesto 2024 del distrito ante el Consejo Deliberante y aseguró que el 45% del total será destinado a obras en la Ciudad para impulsar el crecimiento y acompañar el desarrollo de Vaca Muerta. El presupuesto de este año presentó un superávit de $40.740,7 millones, con ingresos por $132.405,2 millones y erogaciones por $91.664,5 millones. En diálogo con EconoJournal, Gaido destacó: “El superávit que nosotros logramos desde el primer día generó una buena administración que nos permitió tener un buen plan de obras que estamos implementando y relanzando”.
“Se trata de un plan que está vinculado al crecimiento de la ciudad de Neuquén, que crece cuatro veces más de lo que crece el país. Esto es producto de la oportunidad que brinda Vaca Muerta. El sector privado necesita de ciudades como Neuquén que tiene las cuentas ordenadas y superávit. Tenemos la obligación y la responsabilidad de darle sustentabilidad y garantía a las empresas, de que las inversiones que realizan tengan el acompañamiento de la ciudadanía”, destacó el mandatario distrital.
—¿Cuáles son las estrategias que impulsaron desde el Municipio para acompañar el crecimiento de la ciudad de Neuquén?
–Como intendente estoy acompañando el desarrollo de la ciudad producto de las 25 familias que llegan por día a Neuquén. Son personas que llegan a trabajar o en busca de un futuro, tal como pasaba en los ‘70. Hoy es una realidad que Neuquén le brinda una posibilidad al país, a profesionales, a técnicos que buscan trabajo. Vaca Muerta significa una Pampa húmeda sin riesgo climático. En 2029 o 2030 vamos a tener los mismos recursos que la Pampa húmeda, o quizás antes. Esto tiene que ver con un gobierno nacional que está tomando decisiones positivas e importantes para que el desarrollo de la formación suceda. El superávit que nosotros logramos desde el primer día generó una buena administración que nos dio un buen plan de obras que estamos implementando y relanzado. Es un plan que tiene que ver con un 45% de presupuesto destinado a las obras públicas. Está vinculado al crecimiento de la ciudad de Neuquén, que crece cuatro veces más de lo que crece el país. Esto es producto de la oportunidad que brinda Vaca Muerta.
—¿Cuáles son los pasos a seguir? ¿Qué es lo que hace falta para aprovechar todo el potencial de la cuenca Neuquina?
–Tenemos la obligación y la responsabilidad de darle sustentabilidad a las empresas y la garantía que las inversiones que realizan tengan el acompañamiento de la ciudadanía. La paz social, el equilibrio del crecimiento de nuestras ciudades, con servicios y con oportunidades, son la garantía para el sector privado. Ese sector necesita de las ciudades como Neuquén que tiene las cuentas ordenadas, superávit. Estamos preocupados y ocupados en que las inversiones que lleguen a Vaca Muerta no tengan inconvenientes, sino que se viabilicen y que potencien la industria.
Por eso, tenemos que tener la responsabilidad de generar servicios para que la ciudadanía no vea que el gas le llega a Buenos Aires y a los barrios de Neuquén no. Debemos corregir los errores del pasado. Nosotros durante los primeros cuatro años fuimos por debajo de la inflación. La inflación de esos años fue de 2100% y las tasas se incrementaron en un 718%. Claramente, le pusimos el hombro al pulmón económico de la Ciudad. Había que corregir esa situación. Todo esto tenía que ver con la macroeconomía. Ahora que está corregida la economía tenemos que actuar rápido y brindar obras y servicios para que llegue la inversión a la industria. Por eso, creamos la tasa ambiental y herramientas necesarias para acompañar el crecimiento.
Potencial neuquino
Gaido también se refirió al potencial que tiene Vaca Muerta y las oportunidades que poseen los neuquinos para poder desarrollarse profesionalmente teniendo en cuenta los desafíos que traerá aparejado el incremento en la producción y la posibilidad de que la Argentina se convierta en un exportador global de hidrocarburos. También, dio cuenta de los trabajos que se deben impulsar desde la provincia para apuntalar todo ese crecimiento.
—¿Cómo gestionar la sobre expectativa?
–Me encanta tener este problema. Me pone feliz y me enorgullece que Vaca Muerta sea la posibilidad del país, que sea la gran oportunidad. Los neuquinos nos tenemos que hacer cargo de poner condiciones justas de desarrollo y planificar nuestra región, trabajando en equipo. Tenemos que pensar qué hacemos para que los neuquinos estén mejor cuando muchas veces fueron dejados de lado. Los gobiernos anteriores plantearon situaciones en nuestra región que no cumplieron nunca. Somos responsables de plantear cuál es el desarrollo y cuál es la planificación para acompañar ese crecimiento, algo que no es fácil. Neuquén está dentro de las ciudades que más crecen. Tiene 300.000 habitantes de día y 700.000 de noche porque vienen de todas las ciudades comerciales, educativas, de salud, a la capital. Tenemos que acompañar el crecimiento con obras.
—¿Hasta qué punto su gestión y su equipo pueden resolver estas cuestiones respecto a las obras que son necesarias para potenciar el desarrollo y en qué momento se necesita de una coordinación a nivel nacional o provincial?
–El desarrollo urbanístico es una de las aristas de la ciudad. Nosotros tenemos un plan de obras basado en avenidas para que Neuquén se transforme en la ciudad de los 10 minutos. Inauguramos más de 20 avenidas para conectarla y hacerla más dinámica. Además, planteamos un plan de obras de servicios. El asfalto llega con los servicios. Hay que trabajar en equipo con el gobierno provincial, algo que ya estamos haciendo. Tenemos una relación excelente con el gobernador y eso ayuda muchísimo para poder plantear las obras que necesita la provincia.
Nosotros no tenemos jurisdicción para hacer las obras nacionales y eso es lo que nos está faltando. Estoy de acuerdo con el superávit, con administrar bien. Pero tenemos que ser responsables. Nosotros tenemos la autovía norte que está colapsada. Necesitamos que esas obras sucedan. Eso es viabilidad nacional y se debe resolver. Una de las cuestiones importantes de Vaca Muerta tiene que ver con los ductos, con la logística, pero también es importante el cómo se llega a los pozos, a las zonas petroleras, y en eso las rutas son fundamentales. Creo que fue una gran decisión que el gobernador destinara 700 millones de dólares al plan de obra vial a la provincia. Él llevó un ordenamiento importante a nivel provincial.
—¿La provincia o el municipio pueden gestionar este tipo de obras de forma autónoma?
–La responsabilidad era de Vialidad nacional. Ahora se deben dar las herramientas. El Estado debe estar presente en las situaciones en las que se lo necesitan. Las rutas son prioritarias para el traslado de recursos, de personal. Deben ser seguras, como pasa en el mundo. Fuimos a Houston, al polo tecnológico, y me gustó mucho entender la economía de allá. Era una ciudad que estaba mirando al petróleo y ahora cambió a un distrito médico y tecnológico. Debemos copiar esos modelos. Nosotros inauguramos un polo tecnológico y estoy convencido de que esto va a ayudar a Vaca Muerta, al desarrollo. Esa es una opción que nos puede servir para diversificar nuestra economía y ser un distrito médico. Creo que Neuquén capital tiene las posibilidades de ser un distrito médico de investigación científica de punta a nivel nacional e internacional.
Receptividad de la industria petrolera
Gaido también analizó la postura de la industria petrolera respecto a la posibilidad de diversificar la economía de la provincia y sumar a otros sectores independientes del sector energético.
—¿Cómo ve la receptividad de la industria del Oil & Gas?
–En la inauguración del polo tecnológico, que fue una inversión privada de SIMA y Sancor, estuvo presente el presidente de YPF, Horacio Marín, y dijo que en ese lugar se necesita incorporar un centro de capacitación con salida laboral inmediata y corregir los accidentes que suceden en la industria. Creo que las empresas tienen toda la decisión de invertir en becas y que lo hacen a nivel provincial. Las veo predispuestas. La cuestión vial no tiene que ver con algo de hace un año atrás. Tener este problema vial habla de una falta de planificación desde hace por lo menos 10 años. Falta una corrección drástica. Esto tiene que ver con inversiones que nunca llegaron.
Hubo contratos firmados por lo de la Ruta N°7 y el gobierno nacional paralizó la obra pública. Yo creo que lo que estaba firmado había que continuarlo. No comparto esa decisión. Pero lo que sucedió en Neuquén es que con presupuesto propio continuamos todas las obras y las finalizamos. No podíamos tomarnos la posibilidad de perder el tiempo porque tenemos problemas de infraestructura desde hace muchos años. El gobierno provincial lanzó este programa y convocó a las empresas para que se desarrollen las obras viables ante la falta de previsibilidad. Estamos interesados en que eso suceda.
—¿Cree que el gobierno nacional tiene que hacer una cesión de las rutas nacionales a la provincia?
–Creo que el gobierno nacional, ante la imposibilidad y falta de interés de realizar las obras, debería ceder las rutas, pero junto con los impuestos que recaudan.
—¿Se puede dar esa discusión?
–Necesitamos las rutas con prioridad. Queremos que esta gran oportunidad empiece por Neuquén. Las rutas tienen que estar puestas en condiciones. Si ceden las rutas también se deben ceder los recursos que se recaudan por esas rutas. Sería injusto que nos den las rutas y no los recursos.
Crecimiento
—¿Cómo puede evitar que el desarrollo de la ciudad sea caótico?
–El primer barrio de Neuquén, hace 120 años, nació de un asentamiento. A Neuquén siempre le faltó planificación. Pero nosotros tenemos cuatro ejes para la gestión: que sea planificada, moderna, inclusiva y participativa. Incorporamos y creamos nuestro Instituto de Urbanismo. Fue un instituto fundamental para que se terminen los asentamientos. En la actualidad, no hay asentamientos. Esto es así desde que yo estoy en la gestión. No hubo toma ni de un metro cuadrado. Eso tiene que ver con medidas que tomamos favoreciendo al sector privado en el desarrollo urbanístico, dando beneficios. Por esto, se llevaron adelante inversiones vinculadas al desarrollo de loteos, edificios. Hoy Neuquén tiene 127 edificios en construcción. Después de Buenos Aires estamos nosotros a nivel de metros cuadrados. Es un desarrollo urbanístico tremendo. Neuquén tiene 400.000 metros cuadrados anuales de construcción. Creamos una herramienta que tiene que ver con el desarrollo de loteos con servicios que financia la Municipalidad con el superávit.
—¿Eso para contener el asentamiento?
–Algunas familias llegan con trabajo, pero muchas otras no. Las que llegan con trabajo se incorporan al sector privado, pero las que no, llegan, se instalan y tienen un plan ordenado vinculado con el desarrollo de loteos con servicio. Hay loteo social que implica que nosotros los vamos acompañando en ese proceso para que puedan instalarse en Neuquén. Eso lo hemos implementado en la Ciudad para poder acompañar a los sectores que están en situaciones más difíciles.
El loteo que nosotros hacemos cuenta con todos los servicios (luz, agua, gas, cloacas) y lo hemos ampliado a la sociedad en su conjunto. Ya firmamos 40 convenios con distintas instituciones, por ejemplo: el Colegio de Abogados, de Ingenieros, con sindicatos, cooperativas, con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Ya llevamos seis barrios inaugurados con 5.000 lotes con servicios entregados. Cada vez que inauguramos un barrio, este se divide por cada sector. Todos participan de ese barrio. Todos tienen un porcentaje y saben que hay un programa que es eficiente porque la Municipalidad con el superávit lo sostiene económicamente, pero además el 91% paga los lotes. El Instituto de Urbanización cobra la cuota.
Ahora estamos desarrollando dos barrios de 800 lotes cada uno. Vamos a entregar uno en abril y otro en junio. Los lotes se asignan por sorteo. También tenemos el “Plan Joven”. Esta iniciativa la desarrollamos porque Neuquén tiene un 60% de jóvenes y ellos nunca tenían acceso a un lote para tener una vivienda y también necesitan una oportunidad. Cada vez que hay un nuevo loteo, hay un cupo para los jóvenes.
—Para poder llevar a cabo este tipo de proyectos, ¿hubo algún modelo a seguir?
–No. Fue nuestro. Cuando lo implementamos se nos decía que íbamos a fundir la Ciudad. Yo dije que sería lo contrario, que íbamos a invertir y que esto iba a ser un motor de desarrollo laboral y económico fundamental. Esta es una de las herramientas que necesita Vaca Muerta. La formación precisa paz social, que los gobiernos demos las condiciones para que las empresas lleguen, se desarrollen y no tengan conflicto. Y para que no haya conflicto debe haber un crecimiento sustentable. Esto significa un incremento en infraestructura, caños, perforaciones.
Se necesitan las inversiones de las empresas y que la Ciudad crezca con desarrollo equilibrado desde el punto de vista del sistema de salud, de educación, más la cuestión recreativa. Se necesita de una ciudad en donde la gente pueda caminar, ir al supermercado, al shopping, una ciudad para vivir. Esto es lo que estamos desarrollando. También, se precisa generar nuevas economías. La economía del turismo llegó para quedarse en la ciudad de Neuquén, con los centros de convenciones que inauguramos, con los paseos costeros que desarrollamos. El estado tiene que ser la chispa que encienda al sector privado. Hay que apoyar y generar infraestructura.
Nosotros desarrollamos infraestructura, avenidas. El 80% de la ciudad tiene iluminación led, todo eso fue con inversión municipal. Hay barrios en la capital a los que les faltan los servicios. Tenemos que ir mucho más rápido para corregir los errores del pasado. Esto se logra siendo eficientes en la administración de los recursos.
, Nicolas Gandini