La petrolera británica BP registró un beneficio neto atribuido de US$ 15.239 millones en 2023, frente a las pérdidas de US$ 2.487 millones contabilizadas un año antes.
El resultado subyacente de BP ajustado por costos de reposición alcanzó en el conjunto del año los US$ 13.836 millones, un 50% por debajo de las ganancias récord anotadas por la compañía en 2022, aún así su segundo mejor resultado desde 2012.
En el ejercicio pasado los ingresos sumaron US$ 213.032 millones, un 14,4% menos que en 2022, reflejando la moderación de los precios del crudo, mientras que la deuda neta de la empresa disminuyó a 20.912 millones frente a los 21.422 millones del año anterior.
En el cuarto trimestre, BP logró un beneficio neto atribuido de US$ 371 millones frente a los 10.803 millones ganados en el mismo periodo de 2022, mientras que los ingresos de la petrolera alcanzaron los 52.586 millones un 25,2% menos.
En este sentido, la petrolera precisó que su resultado del cuarto trimestre refleja un impacto negativo de 4.600 millones por deterioros de valor como resultado en gran parte de cambios en los supuestos de precios y tasas de descuento del grupo, frente a efectos contables favorables en el valor razonable de unos 2.600 millones.
Para el cuarto trimestre, BP comunicó el reparto de un dividendo por acción ordinaria de 7,270 centavos, un 10% más que en el cuarto trimestre de 2022, además del compromiso de ejecutar una recompra de acciones por valor de US$ 1.750 millones antes de publicar sus cuentas del primer trimestre.
La petrolera también señaló su compromiso de realizar recompras de acciones por importe de US$ 3.500 millones en relación con el primer semestre de 2024. De tal modo, sujeto a mantener una sólida calificación crediticia de grado de inversión, BP planea recomprar acciones por al menos 14.000 millones hasta 2025.