La subasta electrónica realizada por el MEGSA para la provisión de gas natural a CAMMESA con destino a la generación de electricidad durante el mes de setiembre arrojó un precio promedio país de 2,46 dólares por millón de BTU en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), y de 2,87 dólares por millón de BTU puesto en el Gran Buenos Aires.
Se trata de precios menores a los del mes pasado, ofertados por productores que operan en las cuencas Neuquina, Austral y del Golfo San Jorge. Agosto había arrojado precios promedio de 2,53 para el PIST y de 3 dólares por MBTU para el gas puesto en el GBA.
El volumen ofrecido en las 40 ofertas presentadas en la subasta totalizó 34.750.000 metros cúbicos día, superando en mucho a las 28 ofertas de agosto, que habían totalizado casi 27 millones de metros cúbicos día (26.680.000).
El mayor número de ofertas (26) fueron presentadas por productores de la Cuenca Neuquina y sumaron un volumen de 26.150.000 metros cúbicos. Le siguieron 11 ofertas desde Tierra del Fuego por 7.400.000 metros cúbicos día, y 3 ofertas desde Santa Cruz, por 1.200.000 metros cúbicos día.
La mayor cantidad de ofertas y del volumen ofrecido a CAMMESA, con precios inferiores a los de los dos meses previos permiten suponer el interés de las productoras en asegurarse la colocación de mayores cantidades de gas con destino a la generación de electricidad habida cuenta que en setiembre comienza a descender por razones estacionales la demanda residencial de este insumo.
Mientras, se aguarda por una mejora paulatina de la demanda de gas por parte de las industrias, conforme se vayan recuperando niveles de producción que fueron muy afectados por la pandemia del COVID-19.
Estos precios y los volúmenes disponibles en las distintas cuencas para el abasto de gas a las diversas demandas son parte del análisis que realiza el gobierno para terminar de definir el plan de impulso a la producción gasífera convencional y no convencional para el período 2002/2024, que se encuentra en estado avanzado de elaboración.
El programa combina niveles de subsidio estatal, con la producción por cuenca y compromisos de inversiones por parte de las empresas. El tema está entre las prioridades para la gestión del flamante secretario de Energía, Darío Martínez, y el ministro de Economía, Martin Guzman.