La reforma de la Ley 6 de 1997, que regula el mercado eléctrico panameño, está bajo el escrutinio de expertos en el sector, quienes advierten sobre la necesidad de ajustes fundamentales para garantizar una mayor diversificación de actores y tecnologías en el mercado energético del país.
Luis Cuevas, director comercial de Aspinwall Corp, señala que uno de los principales retos es la competencia equitativa en los actos de concurrencia y las licitaciones. “Lo primero que se debe hacer es celebrar los actos de concurrencia como hace todo el mundo contra todo el mundo, y si se quiere hacer algo especial para renovables, pues también lo celebraría”, afirma Cuevas.
La Ley 6 establece en su Artículo 59 que las empresas de generación eléctrica no pueden exceder el 25 % del consumo del mercado nacional al momento de solicitar nuevas concesiones, con el objetivo de evitar monopolios. Sin embargo, para el director comercial de Aspinwall Corp, el modelo actual no está cumpliendo su propósito, ya que los mecanismos regulatorios permiten a algunas empresas, como AES, consolidar una posición dominante mediante un mix de licencias y concesiones.
“Entre licencias y concesiones, si sumamos todos esos activos de AES, ese 25 % se va a más”, precisa Cuevas, quien añade que esta situación limita la entrada de nuevos actores y la competencia real.
Los desafíos de concentración de mercado
Un ejemplo reciente que refleja los retos del sector es el caso de la planta Gatún, anteriormente NG Power, adquirida por un consorcio liderado por AES, InterEnergy y el gobierno panameño. Aunque esta asociación diversifica nominalmente la titularidad, Cuevas advierte que la mayoría accionaria sigue en manos de AES, consolidando aún más su influencia en el mercado. “El gobierno actualmente ha declarado que no tiene presupuesto para muchas inversiones, por temas de Estado, lo que deja a AES nuevamente con mayor influencia”, detalla.
Para el director comercial de Aspinwall Corp, esta concentración de activos demuestra la necesidad de ajustar las reglas de juego, considerando no solo las licencias y concesiones como entes separados, sino su acumulación como activos de generación en el mercado eléctrico nacional. En este sentido, llama a revisar de manera integral la Ley 6 y su regulación asociada, socializando con antelación los ajustes legales y normativos que proponen para el futuro del sector. “El Estado de Panamá debería planificarlo o hacer las consultas en 2025”, insiste Cuevas.
Revisión del marco regulatorio y metodologías de licitación
Cuevas destaca que los próximos actos de concurrencia y la convocatoria de largo plazo prevista para mediados de 2025 son una oportunidad clave para replantear las metodologías de licitación. Según explica, existe preocupación en el sector sobre la posibilidad de que se adopten mecanismos como las licitaciones inversas, donde los precios ofertados descienden progresivamente, similares a los implementados en Guatemala.
“Las licitaciones inversas son una carnicería. Lo que deseamos es tener una tarifa justa, no una tarifa barata, una tarifa competitiva en cuanto a la región, para hacernos más competitivos”, señala.
En este contexto, el Artículo 163 de la Ley 6 establece la promoción de fuentes renovables, otorgándoles una preferencia del 5 % en precio evaluado durante los concursos. Sin embargo, Cuevas sugiere que estos incentivos deben ir acompañados de una regulación más estricta para garantizar la diversificación tanto tecnológica como de actores del mercado. “Las renovables lo que buscan es un buen contrato para poder apalancarse y poder desarrollarse”, indica, subrayando que la normativa debe ser revisada para atraer inversión y generar condiciones más equitativas.
Futuro competitivo y sostenible
De cara a las próximas reformas, la diversificación de actores y tecnologías en el mercado eléctrico panameño no solo sería clave para garantizar tarifas competitivas, sino también para atraer inversión extranjera y consolidar una transición energética sostenible. Según la normativa vigente, el Estado está comprometido con la promoción de fuentes renovables y menos contaminantes.
Sin embargo, para Luis Cuevas, esto requerirá no solo incentivos económicos, sino también regulaciones que frenen la concentración del mercado. “Primero es revisar nuevamente las regulaciones, la Ley 6, y evaluemos las posibilidades de que sea solamente por tecnología o cómo se comporta todo el mundo contra todo el mundo”, concluye.
La reforma de la Ley 6 en Panamá será determinante para definir un mercado eléctrico más equitativo y eficiente. Las consultas públicas y los ajustes normativos de 2025 serán el escenario clave para dar respuesta a las preocupaciones del sector y consolidar un futuro energético sostenible.
La entrada Modificación de la Ley 6 en Panamá: advierten la necesidad de una mayor diversificación de actores y fuentes energéticas se publicó primero en Energía Estratégica.
0 comments
Write a comment