Nucleoeléctrica Argentina anunció que se han asegurado los fondos necesarios para llevar adelante el proyecto de extensión de vida de la central nuclear Atucha I, cuyo costo está estimado en cerca de US$ 700 millones. En rigor, lo que la generadora estatal de energía nuclear confirmó es que tiene presupuesto asignado para los primeros doce meses de ejecución del proyecto, despejando las dudas sobre el inicio de las obras, según pudo saber EconoJournal. Para llevarlo a cabo se creó hace poco una gerencia de Extensión de Vida, que aglutinó a dos gerencias previas vinculadas con el proyecto.

La central nuclear comenzará este fin de semana una parada de 30 meses para ejecutar las obras que permitirán extender su vida útil por otros 20 años. La ratificación del proyecto fue realizada por el nuevo presidente de la empresa, Alberto Lamagna, quien destacó que la central finalizará este domingo 29 de septiembre su primer ciclo operativo tras 50 años de generación de energía.

“El proyecto permitirá que Atucha I opere durante 20 años más, asegurando su aporte a la matriz energética nacional y promoviendo el desarrollo de capacidades técnicas que posicionen a Argentina en el mercado global de servicios nucleares», señaló Lamagna, quien también destacó el compromiso del gobierno nacional por “fortalecer y expandir el potencial nuclear argentino, en un contexto de revitalización mundial de este tipo de energía, que ofrece oportunidades de desarrollo en la incorporación de capitales privados”.

Todo este proceso se realizará de acuerdo a lo dictaminado por la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), el organismo regulador del sector nuclear, que se encarga de emitir la licencia que habilita a Nucleoeléctrica a operar sus instalaciones.

Atucha I aporta 362 MW de potencia al Sistema Argentino de Interconexión Eléctrica (SADI). El gobierno tanteó con la ARN la posibilidad de contar con la central nuclear para este verano, aunque finalmente desistió de esa iniciativa. Daniel González, secretario de Coordinación de Energía y Minería, había confirmado días atrás la salida de servicio de Atucha I para concretar la obra de extensión de su vida útil y descartó su utilización para el verano.

Obras

El proyecto engloba dos obras centrales: la extensión de vida del reactor de Atucha I y la construcción del Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados de Atucha II (ASECG II). Con ese fin, la empresa lanzó en 2022 el fideicomiso NASA IV, logrando hasta el momento un fondeo total de US$ 180 millones. El costo global estimado por estos proyectos asciende a US$ 700 millones.

La central dejará de producir electricidad entre el domingo y lunes. El primer trabajo fuerte consistirá en retirar del reactor los elementos combustibles, una tarea que demoraría unos cuatro meses. El siguiente paso será la decontaminación del reactor, una tarea que será realizada por Framatome.

Por otro lado, la central nuclear Embalse está finalizando una parada de mantenimiento y se espera su regreso a la red en octubre, mientras que la central Atucha II salió de servicio el sábado 21 de septiembre, también para cumplir con su parada programada.

Alberto Lamagna recorrió las obras civiles en el complejo Atucha en Lima, partido de Zárate., Nicolás Deza