La Comisión Reguladora de Energía la semana pasada publicó el informe estadístico acerca de la evolución de generación distribuida en México durante 2020 y los números marcaban que el país superó los 1,5 GW de potencia instalada de dicha índole.
“Es mejor de lo que esperábamos. Aguardábamos números más discretos. Los números sorprenden porque 2020 fue un año con muchas conocidas problemáticas de distintos tipos, el tema de la pandemia y la crisis económica que se generó alrededor”.
Así lo aseguró Manuel Gómez Herrera Lasso, director ejecutivo en Asociación Mexicana de la Industria Fotovoltaica A.C., quien dialogó con Energía Estratégica y analizó el informe de la CRE y el panorama de la generación distribuida en el país.
“Creo que son buenos números los que reporta la CRE, también me parece que son benéficos para la industria en el sentido de eliminar un poco los estigmas que se han creado, en los miedos que hay en los inversionistas, pensando que el gobierno federal está buscando borrar las energías renovables”, sostuvo.
“Esto da claridad sobre el crecimiento de la generación distribuida, aún en este complejísimo año y de las nuevas políticas del gobierno”, agregó.
Cabe mencionar que el informe señala que durante 2020 se instalaron 467,7 MW en más de 70.000 contratos de interconexión, es decir, superando a lo hecho en 2019 por más 77 MW de capacidad y 14.113 contratos.
Otro de los números que se destacan del informe es que el 52,33% de la potencia instalada corresponde a centrales eléctricas de 0 a 10 kW, mientras que las solicitudes de 250 a 500 kW suman el 16,58% del total.
“Si uno se pone a ver el crecimiento de los paneles instalados de 100 a 250 kW, creció un 83% de junio 2019 a junio 2020 y de las de 250 a 500 kW aumentó un 56%. Finalmente esto va incrementando la inversión en los sistemas de generación distribuida y la eficiencia lo va facilitando”, comentó Manuel Gómez Herrera Lasso.
Sin embargo, remarcó que se vive un momento de impasse. ¿Por qué? Según explicó, durante más de la última década han visto decaer los precios de la tecnología fotovoltaica, “pero en este último año se rompió ese estigma”.
“Ahora tenemos problemas tanto de suministro como de precio. Y no es solo por las cuestiones regulatorias mexicanas, sino que eso viene de origen, desde la fabricación. Por primera vez estamos viendo crecer precios en tecnología solar fotovoltaica”, expresó.
Límite de la generación distribuida
Desde hace tiempo en el sector energético mexicano se debate la posibilidad de aumentar el límite de la GD de 500 kW a 1 MW.
El director ejecutivo de AMIF no fue ajeno y ve difícil que hoy en día se de ese cambio, “porque las políticas van en sentido opuesto”.
A lo que se refirió es que, permitiendo la generación distribuida y limitando las capacidades mayores a su pensar le parecería “prácticamente un contrasentido” que se incremente la dimensión de la distribuida.
“Sería un gran avance que ocurriera, pero es algo que hoy, de acuerdo a lo que deja ver el gobierno como su proyección o intención de políticas públicas, se ve poco probable en los próximos años”, añadió.