El jueves 17 de septiembre, Energía Estratégica llevó a cabo la primera edición del evento virtual más importante de Latinoamérica de la industria eólica: la Cumbre Eólica 2020.

El segundo panel, moderado por Rubén Sánchez Perco, Director de SIDERGY, estuvo conformado por Paola Hartung, Directora de Asuntos Regulatorios en Chile y Colombia de AES Gener; Francisco Jauregui, responsable de Renovables de ENGIE, y Benigno Villarreal, Director General de Vive Energía.

Los especialistas hablaron del potencial eólico registrado en las que son consideradas las zonas con mejores recurso de Latinoamérica, haciendo foco en la Patagonia argentina, la zona sur de Chile, La Guajira colombiana y la Península de Yucatán mexicana.

“Debajo del paralelo 42, el potencial on-shore (en tierra) es de 2.000 GW. Esto significa 65 veces la capacidad instalada del país”, introdujo Sánchez Perco sobre la Patagonia argentina.

Sin embargo, advirtió que el sistema de alta tensión, necesario para despachar la energía que pudiera producirse hacia el centro del país, donde se encuentran los principales centros de consumo eléctrico, “no crece desde el 2015 y se encuentra prácticamente saturado”. “Ese es un cuello de botella”, lamentó el Director de SIDERGY.

De tal introducción se hicieron eco el resto de los panelistas. Comentaron que algo similar está sucediendo en los países donde operan: las zonas de mayores recursos eólicos no está lo suficientemente interconectada. E inclusive presentan problemas en la calidad del servicio, llegando a sufrir faltantes del suministro.

Villarreal contó que la Península de Yucatán “funciona como una isla energética”. Explicó que en la zona hay una capacidad instalada de generación de 2.300 MW, pero que en términos netos funcionan sólo 1.000 MW. El resto está fuera de servicio por diversas cuestiones. “Esto hace que se exija mucho del Sistema Interconectado Nacional”, manifestó.

El Director de la empresa mexicana Vive Energía explicó que existe sólo un punto de interconexión y que esa línea permite el traslado de 1.080 MW. A veces por, sobre exceso de demanda, se generan cortes de suministro, admitió.

En esa línea, indicó que para este verano se esperaba (antes de la pandemia) una demanda máxima de 2.400 MW. “Pero la generación en sitio es de 1.000 MW, faltan 1.300 MW y la línea tiene una capacidad de trasladar 1.080 MW, a la que se le puede llegar a enviar 1.200 MW pero por poco tiempo si no revienta. Es crítico”, resumió.

Hay planes del Gobierno de México de instalar allí cerca de 1.000 MW de nuevas centrales pero todas termoeléctricas, a gas natural. “Estamos convencidos de que el futuro de la energía es eléctrico y que el futuro de la electricidad es renovable”, manifestó en disenso Villareal.

Por su parte Hartung se refirió a los mercados de Chile y Colombia, plazas que también enfrentan el mismo problema. En el país andino, La Guajira se destaca por tener “los mejores vientos de Sudamérica”            , señaló la Directora de AES Gener.

Contó que en ese territorio del norte de Colombia podrían generarse unos 15 GW eólicos, aunque hay estudios que señalan que la explotación llegaría a los 25 GW. De todos modos, Hartung advirtió sobre la necesidad de interconexión.

Recordó que en la subasta del año pasado, el Gobierno adjudicó 1.370 MW, de los cuales más de 1.000 MW son eólicos. Todos ubicados en La Guajira. Pero la línea Colectora, necesaria para despachar la energía, está presentando problemas para avanzar por falta de permisos ambientales, entre ellos el de consultas previas que habiliten la construcción de la obra.

No obstante a ello, la Directora de AES Gener destacó la iniciativa que está llevando a cabo el Gobierno en el departamento del Atlántico, donde por la debilidad del sistema (donde se presentan cortes de luz repentinos) se prepara una licitación para construir un proyecto de 50 MW de baterías para brindarle soporte.

Para Hertung la administración nacional de Chile debería iniciar un proceso similar en ciertos sectores. Respecto a ese país, la especialista contó que las zonas más importantes se ubican en el sur, en Biobío y la Araucanía.

“Hoy día en el polo eólico del sur de Chile tenemos en operación 430 MW; en construcción cerca de 450 MW; aprobados ambientalmente alrededor de 2.850 MW; y por aprobar ambientalmente 1.500 MW. Lo que hace un potencial de 4.500 MW”, precisó.

La ejecutiva observó que Chile tiene gran potencial para el desarrollo de renovables, sobre todo para hacer frente al proceso de descarbonización acelerada que está iniciando el Gobierno, aunque insistió: “La transmisión ha sido escasamente adaptada”.

Sobre este proceso de cierre la totalidad de plantas a carbón para el año 2040, se refirió Jauregui. El responsable de Renovables de ENGIE explicó que ellos se están adelantando a este cronograma. “Tenemos el compromiso de cerrar 800 MW de carbón al 2024”, destacó.

“El año pasado, hemos cerrado en nuestro complejo de Tocopilla, las unidades 12 y 13, siendo la primera compañía en cerrar centrales carboneras. Y a finales del año que viene estaremos cerrando en el mismo complejo las unidades 14 y 15”, celebró el ejecutivo español.

Y enfatizó: “el cierre de todas estas centrales es equivalente a quitar el 20% del parque automotriz chileno”.