Frente a la crisis global, acentuada por la segunda ola del coronavirus como pandemia, el secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), Alfonso Blanco Bonilla, llamó a fortalecer las instituciones, generar políticas energéticas de largo aliento y políticas de Estado congruentes entre los países de América Latina.   

“El sector de la energía tiene que ser parte esencial y fundamental en un modelo de desarrollo. En un escenario postpandemia tiene la capacidad de generar empleo, dinamizar la economía en una recuperación sostenible que es tremendamente necesaria para nuestra región”, consideró Alfonso Blanco.

De allí, el referente destacó que se generan una gran cantidad de oportunidades, tales como:

-salir del modelo extractivista que tienen muchas de las economías de nuestra región e incorporar un modelo de desarrollo que integre una gran cantidad de componentes a una polìtica energética a largo plazo;

-mayor participación del sector privado en los modelos de negocio para el sector de energía         

-mayor aprovechamiento de los recursos naturales que tiene nuestra región para incorporar a las energías renovables en un modelo de desarrollo sostenible

-incrementar los intercambios energéticos y la integración a nivel regional 

Por supuesto que para lograrlo se presentarán en el camino una serie de desafíos que no son ajenos para la Organización Latinoamericana de Energía. Sobre estos también se refirió Alfonso Bonilla, quien mencionó con especial énfasis que se debe trabajar muchísimo en la seguridad jurídica y la modernización del sector.

Aquella modernización a la que hizo referencia Bonilla durante su participación en la Mesa Redonda sobre Energía en Ecuador, sería en términos regulatorios e institucionales. 

“Hay que atraer de alguna forma a la inversión privada y generar un clima de negocios que sea estable y de largo plazo con respeto jurídico institucional”, reflexionó. 

En tal sentido, agregó que el fortalecimiento de las instituciones alimenta esta seguridad jurídica necesaria para un modelo de desarrollo que integre la acción del Estado y de los privados”. 

Y concluyó, que la invitación para trabajar en tales sentidos no son solo para las administraciones de gobierno actuales, sino también para los distintos actores que van a formar parte de la carrera electoral y que eventualmente se conviertan en nueva administración.