En noviembre del corriente se llevará a cabo en Glasgow (Escocia), la conferencia número 26 de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático suspendido el pasado año por la pandemia -COP 26-.

Hay mucha expectativa sobre estos encuentros donde los presidentes de los distintos países asumen sus compromisos a favor de las políticas medioambientales y se destinan fondos y políticas públicas en torno a la sustentabilidad.

Lo cierto es que los niveles de emisión de CO2 presentan el mayor registro histórico, por lo que la presión política y social son muy fuertes y determinantes.

Para alcanzar la carbono neutralidad, hay que entender los orígenes de las emisiones.

La energía, con todo lo que ello implica, alcanza más del 73% de emisiones. Seguido, en mucho menor proporción, por la deforestación, industria y basura. Muchas de las conversaciones van a estar dirigidas al impuesto al carbono, lo cual será lo suficientemente crítico como para cambiar la preponderancia de las principales economías del mundo.

Centrándonos en energía, el transporte puede alcanzar al menos 20% dependiendo el nivel de actividad, por lo que será importante entender cómo la electromovilidad – que aumenta la demanda de energía eléctrica- crecerá proporcionalmente a las energías renovables que abastezcan dicha demanda.

Acompañemos el planteo de IRENA (gráfico abajo). Debido a la era digital, la industrialización y a la electromovilidad, se entiende que en 2050, la generación eléctrica debería casi quintuplicarse. En este escenario, América Latina se posiciona como uno de los grandes líderes internacionales, no solo por sus altísimos recursos hídricos en distintos países, eólicos y solares en Sudamérica, geotérmicos en américa central, bioenergías en casi todas las regiones sino también por sus altas reservas naturales de cobre y litio para producción industrial de baterías y componentes principales.

Entonces, el favorable contexto, va a depender de estructuras financieras, políticas públicas, marcos normativos, esquemas de promoción, dado que son inversiones de capital intensivo que requieren la participación pública-privada.

Entonces, sobre qué aspectos los profesionales deberíamos tener idoneidad para atender las demandas profesionales?

En principio las energías renovables, tienen más de 30 años de operación desde los inicios de los primeros parques en Europa. América Latina tiene una baja penetración de potencia, en términos de GW, respecto de Europa, Asia o Norte américa – a excepción de Brasil- con altísimo potencial de crecimiento debido a la fortísima reducción de costos.

Se requerirá del entendimiento de los principales aspectos a optimizar: tecnologías, estructura contractual, estándares bancables y reducción de riesgo; basado en los requerimientos de las bancas multilaterales. Éstas bancas, como el BID, IFC, CAF y muchos otros; son los principales entidades financieras con créditos específicos a productos sustentables, y destinados a países en desarrollo, como son los de nuestra región.

Entonces, para atender los requerimientos de nuestra descarbonización, las energías renovables tendrán un impacto del 25% en 2050. La eficiencia y electrificación en usos directos, tendrán una implicancia del 45%. El hidrógeno y las tecnologías de captura de carbono así como las baterías sumarán también casi un 30% en la matriz de responsabilidad.

Ósea, energías renovables y nuevas tecnologías como hidrógeno y almacenamiento, tienen un impacto clave.

Por ese motivo, los profesionales tienen que entender cómo funciona el sector eléctrico: generación, transmisión y distribución, y cómo se traducen los marcos normativos para generar un escenario de inversiones, así como se evidencia en la tarifa final, residencial o industrial.

Por otro lado, las tecnologías renovables, el hidrógeno y almacenamiento serán el futuro de la generación e inversiones.

Y la estructura financiera de estos modelos, serán la clave del éxito para llevar a buen puerto estas grandes expectativas.

Todos estos conceptos serán llevados a cabo en 16 encuentros en nuestro programa ejecutivo de estructuración financiera de energías renovables y almacenamiento. Los esperamos en UCEMA, el 24 de agosto para capacitarse en esta prometedora industria.