Panamá cuenta con 51 MW de capacidad de generación distribuida proveniente de unos 1400 sistemas fotovoltaicos instalados, de acuerdo con registros de la Secretaría Nacional de Energía (SNE).
Según reporta la iniciativa Generación Sole del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Cámara Panameña de Energía Solar (CAPES) el 80% de esos “techos solares” se ubican en el sector residencial, el 15% estaría en comercios y el 5% restante en industrias.
“Aunque la mayor parte de la Generación Solar Distribuida (GSD) está en techos de casas, eso no representa ni el 20% de la capacidad porque obviamente son instalaciones más chicas. La mitad de la capacidad instalada prácticamente están en unos 200 comercios que están ahorrando buena parte de su consumo diurno a largo plazo”, declaró Federico Fernández, presidente de la CAPES, durante un evento del PNUMA.
Y remarcó: “En la Cámara Solar tenemos miembros regulares, miembros asociados y miembros profesionales a título individual, todos dispuestos a hacer crecer esto”.
Pero la industria aún enfrentaría retos para poder masificar esta alternativa de generación. Entre ellos, Fernandez numeró:
1- Instrumentales: barreras de burocracia y permisología en alcaldías y con bomberos que retrasan las instalaciones
2- Preconceptos: se sigue concibiendo a la energìa solar como algo nuevo y que continuará bajando de precio pero en el tiempo de espera los usuarios dejan de ahorrar
3- Financieros: promesa de repago muy extenso y alternativas de financiamiento insuficientes
Como respuesta a aquello será clave la implementación de la Estratégica Nacional de Generación Distribuida (ENGED) que llegaría para mejorar las condiciones marco y permitir un mayor despliegue de la generación solar distribuida.
¿Cuánto más podría crecer este mercado?
De acuerdo con Ignacio Romero, referente de la iniciativa Generación Sole del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en las condiciones actuales del mercado, unos 1450 MW de generación solar distribuida resultan técnica y económicamente viables.
“En el análisis que realizamos, observamos que la GSD tiene un repago de la inversión igual o inferior a los 7 años. Es decir, que los 1450 MW que estarían dispuestos en 137785 instalaciones nuevas corresponden solamente a los que tienen repago económicamente atractivo en la actualidad”
Aquellas cifras fueron obtenidas durante la investigación para el informe denominado «Financiamiento de sistemas de generación distribuida: Oportunidades para la banca comercial en Panamá» (PNUMA, 2021) el cual destaca que el mercado panameño tiene un marco regulatorio vigente que cumple con todos los requisitos necesarios para establecer reglas claras a la actividad e incentivar la inversión. Este escenario favorable contemplaría los esquemas de compensación e incentivos, tramitología para la autorización de instalaciones y estándares para garantizar calidad y seguridad en las instalaciones.
Ahora bien, también se advierte que, de mejorarse aún más las condiciones en Panamá (por ejemplo, resolviendo los retos que tiene la industria a través de la ENGED), el potencial de inversión podría aumentar un 63% e incorporar 112600 instalaciones adicionales que representarían unos 835 MW más, en los próximos años. Al respecto, Romero indicó que un desafío para el sector es que esas instalaciones potenciales -que tendrían un periodo de repago entre 8 a 9 años- puedan amortizarse más rápidamente.
“Con la reducción de costos de la tecnología, aumentos de tarifas en algunos casos o sobre todo incentivos adicionales que se pudieran implementar, haría que el grupo de sistemas potenciales proyectos que están muy cerca de obtener la viabilidad, la obtengan”, señaló el referente del PNUMA.