A fines del año pasado se reglamentó la Ley Nº 27.424 que permite a usuarios y empresas generar electricidad y distribuirla como parte del fomento de la energía renovable. Se trata de un paso más hacia el uso de fuentes limpias y tiene como contrapartida beneficios tanto económicos como ambientales.

Con el decreto 986/2018 el Gobierno específicamente habilitó la instalación de equipos de generación distribuida, como paneles solares, para la generación de energía eléctrica para el autoconsumo y además autorizó el libre acceso a la red de distribución para inyectar excedentes.

Las empresas que quieran incorporar energías renovables a sus procesos productivos tienen varios beneficios. “El primero es el ahorro en momentos que donde ha habido fuertes aumentos tarifarios”, detecta Pablo De Benedictis, socio fundador Goodenergy una empresa que dedica a la instalación de paneles fotovoltaicos. Como segundo -agrega- “la independencia, ya que si se generan cortes de luz, las empresas pueden seguir trabajando y no afectar su generación de ingresos”.

Por su parte, Alex Bril, country manager de SolarLatam Argentina destaca que hay ventajas regulatorias porque utilizando esos sistemas las empresas cumplen con la Ley 27.191 que exige que el 8% de su consumo provenga de fuentes limpias. Bajo este paraguas entran empresas de diferentes rubros como el industrial (automotriz, textil, consumo masivo), comercial (shopping principalmente) y agroindustrial (molinos y bodegas). “También hay un impacto ambiental ya que con las instalaciones solares por cada 6 paneles instalados se puede ahorrar más de una tonelada al año en emisiones de CO2”, acota.

En cuanto a las recomendaciones para comenzar a utilizar esos sistemas, los especialistas coinciden que el primer paso es tener un panorama claro de los consumos y las opciones de hay en el mercado que pueden resumirse en estas tres opciones: para autoabastecimiento, para back up de cortes de luz o para inyectar el excedente a la red.

Rodrigo Herrera Vegas, socio fundador de Sustentator, aclara que se debe tener un cuenta el ambiente que rodea a las empresa, si hay edificios que puedan hacer sombras y controlar el espacio donde se colocarán los paneles. El especialista advierte que el país presenta distintas regiones que reciben un nivel de radiación diferente a lo largo del año con lo cual la producción de electricidad también será diferente.

Goodenergy cuenta con kits prearmados de acuerdo a las caricaturistas de cada cliente. “El sistema consta de paneles solares, que generan energía en corriente continua a baja tensión, un inversor de tensión que convierte a energía alterna en 220, y si es un sistema de back up cuenta con baterías y un regulador de carga, mientras que si es un sistema de inyección o autoconsumo solo tiene paneles”, explica De Benedictis. Por su parte, SolarLatam desarrolló una APP para realizar una tasación del servicio. “El cliente ingresa su ubicación, marca el techo de su casa o empresa, completa con los datos de su factura de luz y recibe al instante una propuesta de instalación”, explica Bril.

Los costos de equipos e instalación oscilan entre los u$s5.000 y u$s15.000, para clientes residenciales y pymes, siempre dependerá el magnitud de la empresa y lo que se busque generar. Las grandes empresas como fábricas y shopping hay que hablar de valores cercanos al millón de dólares. “Un sistema solar fotovoltaico tiene una vida útil de 30 años, pero la recuperación de inversión es de entre 7 y 12 años”, analiza Herrera Vegas por lo que muchas empresas no lo ven como aún como una inversión atractiva. Con la megadevaluación se perdió el interés ya que los equipos son importados, pero a la suba de tarifas en torno al 50% para este año hizo que la demanda nuevamente repunte.

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Fuente: https://www.ambito.com/para-empresas-como-sumar-energia-solar-n5010795