Patricia Bullrich puso a la transición energética y las renovables como dos de los tantos puntos claves para reordenar la economía y potenciar la producción de Argentina, de acuerdo a su propuesta de gobierno.
De cara a las elecciones del 22 de octubre, la candidata a la Presidencia de la Nación por parte de Juntos por el Cambio planteó una serie de reformas dentro del sector, entre las que se incluye fomentar la economía verde, «a través de generación de fuentes alternativas de energía y los procesos de captura de carbono».
«Promoveremos y facilitaremos la inversión en proyectos de energías renovables con nuevas licitaciones e incentivos adecuados, para fortalecer nuestro sistema energético y colaborar en la mitigación del cambio climático», menciona el plan de gobierno de Bullrich.
Para explotar el potencial de las renovables, la propuesta de la ex ministra de Seguridad de la Nación destaca que se retomará “el impulso que tuvo el área hasta 2019”, aunque sin escarificar objetivos concretos a corto, mediano y largo plazo.
Es decir que se podría volver al modelo implementado por Mauricio Macri, ya que durante su gestión, se llevaron a cabo cuatro llamados licitatorios del Programa RenovAr (más la Resolución 202/2016), en los que se adjudicaron más de 190 proyectos renovables por 5133 MW de potencia.
29 parques por 1093 MW en la ronda 1
30 centrales por 1282 MW en la ronda 1,5
84 contratos por 2020 MW en la N°2
38 plantas por 238 MW en la N°3
10 proyectos por 500 MW vía Res. 202/16
En aquel entonces, la titularidad de la cartera energética estuvo a cargo de Juan José Aranguren (desde diciembre de 2010 a junio 2018), Javier Iguacel (junio 2018 a enero 2019) y Gustavo Lopetegui (enero 2019 a diciembre 2019)
Pero el hombre que sobrevivió a todos los cambios que sufrió el Ministerio de Energía (transformado en secretaría en septiembre de 2018) durante la gestión Macri, fue Sebastián Kind, quien se desenvolvió como subsecretario de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Nación y fue uno de los artífices para que se concreten las rondas del Programa RenovAr y la creación del Mercado a Término (MATER), donde se impulsó la modalidad de contratos de compra y venta de energía entre privados.
Por otra parte, el plan de Bullrich no deja de lado el cuello de botella existente en el sistema de transmisión, que a lo largo de los últimos años se mantuvo como uno de las principales barreras para el avance de las renovables, a pesar que en el último tiempo hubo subastas para la ampliación de las líneas y está vigente el proceso para presentar manifestaciones de interés para financiar obras de dicha índole.
«Ampliaremos las redes de oleoductos, gasoductos y eléctricas mediante la inversión público-privada (…) El incremento de la producción y la ampliación de la infraestructura para energías renovables y de transición en Argentina, como la energía solar o el gas, va a contribuir con los esfuerzos globales contra el cambio climático», remarca el documento.
Aunque es preciso señalar que hace mayor alusión a la expansión de obras para el despacho y transporte de gas natural porque sobre aquellos proyectos necesarios para evacuar energía eléctrica proveniente de fuentes renovables, sobre todo de aquellas zonas con mejor factor de carga para la energía eólica y la fotovoltaica.
Más sobre transición energética
Las políticas energéticas de la candidata presidencial de Justos por el Cambio contemplan el estímulo a la minería sustentable con “altos estándares ambientales y beneficios sociales”; sumado al desarrollo de infraestructura “clave” para el sector, como ferrocarriles, rutas, proyectos de energía renovable, líneas de electricidad y gasoductos.
“La producción de minerales críticos para la transición energética, como el litio o el cobre en la Argentina, también será clave para mitigar el cambio climático a nivel global, ya que sin ellos no resulta posible la ampliación de la infraestructura y el funcionamiento de los vehículos eléctricos”, manifiesta la propuesta de Bullrich.
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