Shell abandonó sus planes de construir una planta de hidrógeno con bajas emisiones de carbono en la costa oeste de Noruega debido a la falta de demanda, según informó la compañía días después de que Equinor cancelara un proyecto similar previsto en Noruega.

Equinor, suspendió la planificación del ducto de hidrógeno que conectaría Noruega y Alemania. Este proyecto, valorado entre 4.000 y 6.000 millones de euros, se consideraba clave para transportar hidrógeno azul hacia Alemania, pero la falta de una demanda sólida y transparencia regulatoria concluyó los avances.

El gasoducto iba a exportar hidrógeno producido a partir de gas natural noruego, utilizando tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CAC) para reducir las emisiones. Sin embargo, los cambios en la estrategia energética alemana y la incertidumbre sobre el uso del hidrógeno en sectores industriales, tales como el acero y la energía, han hecho que el proyecto no sea comercialmente viable en esta etapa.

No hemos visto que se materialice el mercado del hidrógeno azul y hemos decidido no avanzar en el proyecto”, dijo un portavoz de Shell.

El anuncio de Shell se produce poco después de que el gigante del petróleo y el gas Equinor ASA adoptara una medida similar.

Equinor iba a construir plantas de hidrógeno que permitirían a Noruega enviar hasta 10 gigavatios anuales de hidrógeno azul a Alemania.

Hemos decidido interrumpir este proyecto en fase inicial. El gasoducto de hidrógeno no ha demostrado ser viable. Eso implica también que los planes de producción de hidrógeno quedan también aparcados”, declaró un portavoz de Equinor.

El hidrógeno derivado del gas natural en combinación con la captura y el almacenamiento de carbono, conocido como hidrógeno azul, se ha presentado como un trampolín para descarbonizar la industria europea y cumplir los objetivos climáticos, pero es más costoso que los métodos tradicionales.

Junto con sus socios Aker Horizons y CapeOmega, Shell había planeado producir unas 1.200 toneladas métricas de hidrógeno azul al día para 2030 en el Centro de Hidrógeno de Aukra, cerca de la planta de procesamiento de gas de Shell en Nyhamna.
La asociación no se renovó cuando expiró en junio de este año y Shell no tiene actualmente otros proyectos activos de hidrógeno en Noruega, dijo el portavoz.

El sector del hidrógeno atraviesa dificultades debido sobre todo a sus elevados costos. Según Bloomberg New Energy Finance (BNEF), sólo el 12% de las plantas de hidrógeno tienen clientes con acuerdos de compra.