Los incentivos directos e indirectos a la minería doméstica contemplados en la Ley de Reducción de la Inflación y en la Ley de Infraestructura Bipartidaria de Estados Unidos no despejaron la incertidumbre que genera la capacidad de China de influir en los precios internacionales de los minerales necesarios para la transición energética. Es por ello que el gobierno Joe Biden esta evaluando fijar precios sostén para los minerales críticos en ese país.
El Departamento de Energía identifica unos 38 materiales que son fundamentales para el continuo despliegue mundial de las tecnologías de energía limpia. El informe más reciente sobre las cadenas de suministro de estos materiales señala que en el mediano plazo (entre 2025 y 2035) existe un riesgo de abastecimiento alto en materiales como litio, níquel, cobalto, galio y grafito, entre otros. Entre los materiales de riesgo moderado de abastecimiento figuran el cobre, uranio y acero eléctrico.
Fuente: «Critical Materials Assessment», Department of Energy, 2023.
Las mencionadas leyes impulsadas por la administración de Joe Biden y aprobadas por el Congreso norteamericano incluyen partidas por miles de millones de dólares destinadas a edificar las cadenas nacionales de suministro de las materias primas necesarias para la transición energética. Estos recursos se destinarán en forma de subvenciones, préstamos y créditos fiscales para proyectos mineros, principalmente.
Volatilidad extrema
La industria minera esta dejando entrever que se necesita un rol más activo del gobierno federal para contrarrestar la volatilidad en los precios internacionales de los minerales críticos inducida por China. Los precios de los materiales para baterías sufrieron caídas particularmente grandes en 2023: los precios spot del litio se desplomaron un 75% y los precios del cobalto, el níquel y el grafito cayeron entre un 30 y un 45%, informó la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés).
El pedido de la industria se resume en poner algún piso en los precios de los minerales críticos que sea atractivo para la inversión. «La industria necesita precios más altos para los grandes proyectos que se construirán. Punto final», dijo Keith Phillips, CEO de Piedmont Lithium, una productora de concentrado de espomudeno que tiene a la automotriz Tesla entre sus clientes. Piedmont acaba de retirar una solicitud que había presentado para obtener un préstamo del gobierno federal para sus proyectos de litio en los EE.UU. y generó dudas sobre la voluntad de avanzar con Carolina Lithium, un proyecto de litio con un costo estimado en más de US$ 1000 millones.
En una encuesta reciente del Departamento de Energía, actores de la industria minera sugirieron que el gobierno federal debería ir más allá de apoyar una reducción en los costos de capital para la construcción de nuevas minas e instalaciones de procesamiento y asumir un rol más activo en los mercados de minerales.
Consultadas sobre la volatilidad extrema en los mercados de materiales críticos en los últimos años, las empresas lo atribuyeron principalmente a «prácticas anticompetitivas por parte de Entidades Extranjeras de Preocupación (FEOC) que han acaparado muchos de los mercados de materiales críticos, incluyendo precios por debajo del costo y otras distorsiones de precios, así como un exceso de oferta en el mercado». En diciembre, el Departamento del Tesoro incluyó a las empresas controladas directa o indirectamente por los gobiernos de China, Rusia, Irán y Corea del Norte en el listado de entidades FEOC con el objetivo de excluirlas de la cadena de suministro de baterías y vehículos eléctricos en EE.UU.
Precios sostén
El pedido de certidumbre en materia de precios ciertamente esta siendo considerado por la administración Biden. El gobierno esta evaluando ofrecer precios sostén a determinados productores de minerales en EE.UU., según informó el sitio especializado Politico.
El Departamento de Energía establecería un precio mínimo y aceptaría pagar la diferencia cuando los precios en el mercado cayeran por debajo de ese umbral para minerales críticos producidos por una serie de proyectos estadounidenses. Este respaldo estaría disponible por un tiempo limitado y se aplicaría sólo a proyectos que el Departamento haya determinado que están cerca de ser competitivos en precios, pero que están siendo desafiados por la manipulación del mercado extranjero.
“Si avanzamos en algo como esto, la intención sería dar el empujón que se necesita para poner en marcha el volante, en lugar de crear un subsidio permanente o un colchón para un sector o empresa en particular en el futuro”, dijo un funcionario del área energética al medio estadounidense.
Proyecciones de demanda
Las proyecciones sobre demanda de minerales críticos para la transición energética son diversas, pero suelen coincidir en un diagnóstico base: la oferta global será insuficiente sin inversiones crecientes en nuevas minas y en exploración. La Agencia Internacional de Energía advirtió en su último reporte sobre minerales críticos que «el mercado actual, bien abastecido, puede no ser una buena guía para el futuro, ya que la demanda de minerales críticos sigue aumentando».
En 2023, la demanda de litio aumentó un 30% y la demanda de níquel, cobalto, grafito y elementos de tierras raras experimentaron aumentos que oscilaron entre el 8% y el 15%. La proyección más conservadora de la agencia, el Escenario de políticas establecidas (STEPS), indica que la demanda de minerales críticos se duplicará para el 2030.
En particular existe una brecha importante entre la oferta y la demanda prospectivas de cobre y litio. En el Escenario de compromisos anunciados (APS), un escenario intermedio entre el más conservador y el más optimista de Cero Emisiones (NZE), el suministro minero anticipado de los proyectos anunciados hasta ahora cubriría solo el 70% de los requisitos de cobre y el 50% de los de litio para el 2035.
Para llegar al escenario de cero emisiones, la agencia estima que se requerirán inversiones en minería por alrededor de US$ 800.000 millones entre hoy y 2040. Solo en minería de cobre los requisitos de capital hasta 2040 son de 330.000 millones de dólares en el escenario intermedio y de 490.000 millones de dólares en el escenario de cero emisiones.
, Nicolás Deza