El Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires clausuró preventivamente la operatoria de la segunda monoboya de la terminal marítima de Oiltanking Ebytem (OTE) ubicada en la localidad de Puerto Rosales, próxima a Bahía Blanca. Lo hizo tras constatar un derrame de hidrocarburos en la boya ‘Punta Cigüeña’ iniciada en la madrugada de este miércoles 17 de enero. Es la segunda fuga de petróleo registrada en la planta de OTE —que es propiedad de la firma alemana Oiltanking GmbH (posee un 70% del capital accionario) y de YPF (dueña del 30% restante)— en menos de un mes. La primera falla, que afectó la operación de la boya ‘Punta Ancla’ y obligó su remoción a dique seco, se registró el 26 de diciembre.
Por eso, en los hechos, a partir del cierre preventivo ordenado por la gobernación de Axel Kicillof la Argentina perdió su principal plataforma de exportación para evacuar hacia el Atlántico el crudo extraído en Vaca Muerta. En lo inmediato, la decisión afecta a productores de Neuquén como Pluspetrol, Vista, Tecpetrol, ExxonMobil, Chevron y Shell, entre otros.
Reparación
Técnicos de OTE están abocados a la reparación in situ de la boya Punta Cigüeña, lo que implica soldar una válvula de acero inoxidable con capacidad para operar a una presión atmosférica de 63 bar (extrañamente, el dispositivo se dañó cuando trabajaba a una presión de 4,9 bar). La intención es que la reparación esté concluida este jueves. Está previsto que un experto de RINA, una sociedad internacional de clasificación de buques, certifique la calidad de los trabajos realizados.
A su vez, la Secretaría de Energía enviará mañana inspectores a la terminal para analizar la reparación y avalar los informes digitales que OTE presentará este viernes. Una vez cumplido ese proceso, el Ministerio de Ambiente bonaerense deberá definir si levanta la clausura de la terminal o requiere alguna medida adicional.
El primer incidente en las instalaciones de OTE, que se produjo por la falla de la conexión entre la última válvula submarina de la boya Punta Ancla y la cañería rígida de la terminal, provocó el derrame de menos de 1 metro cúbico (m3) de petróleo. Según los parámetros internacionales, fue categorizado como un incidente menor de tipo TIR 1, asignada a las fugas de menos de 7 m3 de hidrocarburo.
Allegados a OTE, cuya terminal se encuentra lindera a la Reserva Natural Provincial Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde, que protege uno de los sistemas de islas, canales de marea, intermareales fangosos y marismas más importantes del litoral argentino, destacaron las tareas de guardaparques y técnicos de la provincia de Buenos Aires. Hasta el momento, no se reportó que haya fauna afectada por la pérdida marítima de hidrocarburos. La intención es que la boya Punta Ancla vuelva a estar operativa en febrero, para lo cual se precisará del soporte de una grúa de gran porte que recién estará arribando a la zona de Bahía Blanca a fines de enero.
Impacto en combustibles
Desde la óptica de la Secretaría de Energía, la preocupación es reactivar lo antes posible la operatoria de la terminal de Oiltanking Ebytem, que es crítica para para el sistema de refinación de combustibles del país. La planta de OTE no sólo es el único punto de salida de cargamentos de exportación de petróleo de Neuquén hacia el Atlántico —con las dos boyas activas se podrían exportar 7 buques por mes, pero con la reparación de Punta Cigüeña el objetivo es despachar cinco cargamentos de crudo Medanito cada 30 días—, sino que además es clave para abastecer de crudo pesado (Escalante y Cañadón Seco) a las tres principales refinerías del país (Ensenada de YPF; Dock Sud de Raízen; y Campana de Axion Energy).
Con OTE fuera de servicio, las terminales marítimas de Termap, que envía buques petrolíferos desde boyas ubicadas frente a las costas de Chubut y Santa Cruz hasta Puerto Rosales, también está complicada. Por eso, la expectativa del gobierno nacional es que la planta de OTE esté nuevamente en marcha durante la semana que viene. “Hoy por hoy, es el tema más urgente que tenemos en agenda”, señalaron allegados al área energética del Ejecutivo.
Las refinerías tienen capacidad de almacenaje y autonomía para bancar algunos días sin suministro de crudo, pero si la clausura se extiende en el tiempo podría generar problemas de abastecimiento de combustibles.
La boya Punta Cigüeña tiene capacidad para despachar 106.000 toneladas de porte bruto o peso muerto (DWT, dead-weight tonnage en la jerga marítima), mientras que Punta Ancla puede despachar otras 70.000 toneladas. Oiltanking está llevando adelante un proyecto de ampliación de su terminal de Puerto Rosales para despachar más petróleo producido en Vaca Muerta.
, Nicolas Gandini