El petróleo europeo Brent cotiza esta mañana en torno a los 126 dólares en el mercado de futuros de Londres tras haber tocado anoche los 138, un máximo desde 2008, en un momento de pánico debido a los temores sobre el suministro por la guerra en Ucrania.
El precio del barril de Brent para entrega en mayo se situaba en 126,47 dólares justo antes de las 10.00 GMT, un 7 % más que al cierre de la sesión del viernes, un destacado descenso de los 138 que marcó a las 23.02 GMT del domingo.
Desde el 24 de febrero, cuando Rusia inició el conflicto, el crudo del mar del Norte ha escalado más de un 34 % y actualmente se aproxima a sus máximos históricos, por encima de los 146 dólares, alcanzados a principios de julio de 2008.
Esta nueva subida del Brent se produce después de que Estados Unidos dijera este fin de semana que analiza con la Unión Europea (UE) prohibir la importación de petróleo procedente de Rusia, en otro intento por asfixiar la economía rusa en represalia por la guerra en Ucrania.
Por otro lado no hay mucha capacidad dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios para aumentar su producción de manera inmediata, aunque sí tendrían potencial para bombear Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
Analistas advierten que la subida de los precios, debida en parte a la dependencia de muchos países del petróleo ruso, relegará a un segundo plano de momento «la transición energética» hacia fuentes renovables y, a corto plazo, tendrá que promoverse más, dice, «la energía nuclear, el carbón, el esquisto y el gas».
Rusia representó alrededor del 45 % de las importaciones de gas de la UE en 2021 y casi el 40 % de su consumo total de gas.
La AIE ha propuesto un plan para reducir esta dependencia en los próximos meses, que incluye «recurrir más a los proveedores de gas no rusos; diversificar hacia otras fuentes de energía y acelerar los esfuerzos para proporcionar a los consumidores, las empresas y la industria los medios para utilizar alternativas limpias y eficientes para gas natural«.
El repunte del petróleo a nivel internacional ha tenido efecto en los mercados de valores y «aplastó» en las últimas horas a los mercados asiáticos, cuyos inversores entraron en pánico dado que la mayor parte de Asia es una gran importadora neta de energía, señala Halley.
En Londres, la Bolsa también caía un 1,88 % a las 9.55 GMT, tras perder casi un 2,5 % poco antes.