Luego de que un informe oficial advirtiera el mes de junio pasado sobre la posibles insuficiencias en la generación de energía eléctrica durante el próximo verano, hay preocupación en el Gobierno Nacional dado que esta situación sumada a las temperaturas más elevadas de lo habitual que se proyectan para la próxima temporada estival podrían derivar en apagones generalizados.

El trabajo de Cammesa publicado por el portal especializado Econojournal tiene fecha de 25 y junio y señala que el consumo de energía podría llegar a los 30.700 megavatios (MW), más de 1.000 MW por encima del récord histórico registrado en febrero de este año. Esta situación podría provocar cortes masivos en el suministro en energía eléctrica en empresas y residenciales.

Frente a este panorama, crecen las alertas dentro del Gobierno Nacional y de acuerdo con los trascendidos por estas horas, se estaría buscando el momento político adecuado para pedirle la renuncia al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo debido a las demoras del área que conduce para minimizar los riesgos ante un panorama que parece irreversible. Las mismas fuentes hablan de una tensa relación entre el mencionado funcionario y el ministro de Economía Luis Caputo, versiones que fueron desmentidas por voceros de ambas áreas.

Tal como advirtieron desde las generadoras, se necesitaría contar con una inversión por 10.000 millones de dólares para evitar el colapso del sistema energético, algo que en el corto plazo resulta inalcanzable.

El informe

El informe de los técnicos de Cammesa – la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista y que es controlada por el gobierno- se conoce en momentos en que resurgió la tensión entre las generadoras y el Ministerio de Economía por la demora en los pagos.

“De no contar con la importación considerada y agotando las reservas operativas, será necesario realizar cortes a la demanda”, señala el informe.

Según transcribió la publicación, Cammesa alertó que la generación hidráulica, renovable y nuclear, más las importaciones, no alcanzará para abastecer la demanda ante las olas de calor cada vez más frecuentes.

La simulación de los técnicos de Cammesa marca que entre diciembre y marzo de 2025 la demanda de potencia máxima sería entre 30.500 y 30.700 MW. En consecuencia, aparece un riesgo de que no se puedan cubrir entre 1.000 y 3.000 MW, hasta el 10% del total, en los días más exigentes.

Según el documento oficial, la probabilidad de abastecer el pico máximo con las reservas requeridas es del 80,9%, lo que deja un 19% de probabilidad de necesitar medidas operativas adicionales, como disminuir la capacidad de reservas o iniciar cortes programados de energía.

Consumo

El informe resalta que “en horario de máxima demanda se operaría con reservas rotantes reducidas y en evidente riesgo de Energía No Suministrada (ENS) para condición n-1”. En la jerga del sector, “n-1” se refiere al faltante de un elemento frente a la condición “n” de referencia (completa y sin restricciones). Por ejemplo, con todas las líneas de transmisión disponibles y en servicio, la condición es “n”, pero si una línea sale de servicio se pasa a la condición “n-1”.

Tras la cancelación de la licitación TerConf por parte la Secretaría de Energía, que preveía la ampliación del parque termoeléctrico en 3.340 MW, el gobierno deberá reaccionar rápidamente para intentar robustecer el parque de generación y el sistema de transmisión de energía. Esta decisión es una de las causas principales del riesgo de apagones, ya que la licitación había sido adjudicada por la administración anterior en noviembre de 2023 para garantizar la confiabilidad del suministro en nodos críticos como Buenos Aires.

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