La generación exenta sostiene su desarrollo dentro del sector energético de México. Cabe recordar que esta cualidad evita el proceso burocrático para la obtención del permiso de generación por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y únicamente se necesita la autorización de interconexión por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

En ese caso la organización “Iniciativa Climática de México” (ICM) lanzó el concepto de Ejido Solar, el cual posibilita el acceso a la tecnología solar fotovoltaica a un segmento de la población que tradicionalmente ha sido relegado del desarrollo económico y social

El mecanismo se fundamenta en la instalación de una granja solar con una capacidad de 499 kW. Y la inversión es de aproximadamente $12.000.000. 

Daniel Chacon, Oficial del Portafolio de Energía Renovable de la ICM explicó por qué optaron por la generación exenta: “Quisimos limitarla porque simplifica mucho las cosas. La inversión que se requiere es relativamente modesta y facilita el financiamiento. Puede ayudar al desarrollo económico y social de los ejidos y al mismo tiempo sustituir los combustibles fósiles con energía limpia para mitigar la emisión de gases de efecto invernadero”. 

Además señaló que el costo “es una cantidad que puede ser asequible entre los pequeños agricultores y que no representa un riesgo mayor para un banco”. 

“Lo que proponemos es que la venta de electricidad que produce el ejido sea comprada por un ente gubernamental, los gobiernos estatales son los principales clientes y ya hay varios Estados interesados”, comentó. 

¿Por qué los Estados? “Ellos tienen programas de fomento al campo y dentro de ellos se puede pensar que el gobierno estatal sea el acompañante ideal a través de un acuerdo de compra-venta que le da al ejido la posibilidad de conseguir recursos para financiar la granja solar”. 

Además Chacon también señaló que parte de la energía generada se podría utilizar en aplicaciones de mecanización agropecuaria. 

Por otra parte, la generación exenta le permitirá al ciudadano tener su propia generación, con la ventaja de vender excedentes o incluso toda la generación. “Eso beneficia a la propia industria, a las cadenas de valor y a los propietarios”, apuntó. 

El marco regulatorio también es de importancia debido a que esta forma de generación no fue mencionada en los Acuerdos de Confiabilidad ni en la iniciativa preferente presentada por el Ejecutivo Federal que busca reformar la Ley de Industria Eléctrica del país. 

“Creo que el propio gobierno considera dejar la ley como está en el caso de la generación exenta. No veo que haya una amenaza de cambio de juego para este sector y es bastante esperanzador”, afirmó el especialista. 

Y si bien remarcó que el interés de la Iniciativa Climática de México es el desarrollo de proyectos para beneficiar a ejidatarios y gobiernos estatales, además de disminuir la emisión de GSI, opinó que “solamente la generación distribuida no alcanzaría para lograr una ruta de descarbonización el país y el cumplimiento del Acuerdo de París”. 

“Se necesitan inversiones grandes, campos solares de gran escala para mitigar la cantidad de gases que se comprometieron en los tratados internacionales”.