La Comisión Nacional de Energía (CNE) de Chile continúa trabajando en la modernización del mercado eléctrico hacia un esquema de ofertas, con el objetivo de lograr reformarlo a corto plazo, en pos de incorporar más generación renovable y sistemas de almacenamiento de energía en baterías que permitan resolver las problemáticas de vertimientos de energías renovables y precios marginales cero que atraviesa el país.
Bajo ese contexto, el secretario ejecutivo de la CNE, Marco Mancilla, expuso durante la Semana de la Energía que organizó OLADE y remarcó que el país atraviesa un “punto de quiebre” que muestra la importancia de recurrir a la política pública para que se concrete el cambio y haya mejores precios dentro del sector.
“Al esquema, tal cual está, le falta algo. Cuando un mercado de costos declarados con despacho sincronizado empieza a tambalear cuando los costos variables son cero, es un tiro para el operador del sistema. Por lo que, eventualmente, se debe avanzar hacia un esquema de ofertas. La baja de costos de las tecnologías renovables no se traducirá en mayor cantidad de ofertas si no están las condiciones adecuadas, con bloques horarios y zonales.
“Tenemos una hoja de ruta y sólo falta la decisión política del Congreso de hacer la respectiva ley y esperar 7 años para que se materialice. Las complejidades de la variabilidad de las renovables también se debe abordar, a la par que el regulador puede definir temas técnicos, requisitos para las instalaciones, o mismo para que inyecten potencia activa cuando los sistemas se caigan”, complementó.
El nuevo modelo de mercado propuesto busca transitar hacia tecnologías de manera costo-eficiente, que asegure un suministro confiable; a la par de generar incentivos y materializar más inversiones y participación en el sector, principalmente en servicios complementarios (SSCC) y en sistemas de almacenamiento BESS (Battery Energy Storage System).
Para ello, desde Comisión Nacional de Energía y la consultora Vinken-Dictuc proponen dos niveles de transición del mercado actual a la transformación final, siendo la primera un mercado de transición basado en costos mejorado, el cual considera un mercado altamente centralizado, con costos auditados en energía y precios uniformes tanto para energía como SSCC, considerando etapas de vinculación.
Mientras que el segundo nivel es el mercado basado en ofertas, que contempla una transición hacia ofertas en energía y SSCC en base a precio nodales de electricidad con, al menos, una etapa de liquidación vinculante previa, pudiendo considerar intradiarias.
“Es apropiado que los precios nodales reflejen una señal económica punto a punto. Es adecuado que estén las señales económicas en cada nodo para que cada actor pueda hacer su propio modelo y ver cómo estará su negocio en los próximos años, lo que dure los contratos PPA.
“Se requiere un sistema multimodal de transparencia para que puedan hacer contratos eficientes, asumiendo los riesgos como aquellos de demanda, disponibilidad de recurso, de transmisión. Mientras que para el avance del sistema de transporte eléctrico, también falta complementar regulatoriamente un sistema multi-nodal con algún esquema de transmisión o algo por la que los generadores puedan tomar esos riesgos pero remuneradamente”, concluyó.
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