Según el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) la hidroeléctrica es la tecnología renovable con más representación y mayor potencial en el Sistema Interconectado de Honduras.
El tipo de proyectos hidroeléctricos que podrían significar unos 3000 US$/kW instalado, aseguran, podrían trabajarse en un tiempo de preinversión de 2 a 3 años.
“Una vez completadas todas las condiciones para empezar los estudios sobre un proyecto, es válido y factible sacar el proyecto adelante en dos años”, aseguró Enrique José De Leon Bran, ayer durante un evento organizado por la Asociación Hondureña de Energía Renovable (AHER) junto a las empresas TechnoHydro y Energia PD.
En este caso, el ingeniero no se refería a tener operativos parques renovables como los de energía eólica o solar en dos años, sino trabajar con eficiencia máxima la planificación de proyectos hidroeléctricos. ¿Dónde está puesto el análisis?
“En licitaciones de energía de Guatemala, muchos de los promotores entraron con estudios de prefactibilidad. Recién al ganar el PPA, iniciaron el desarrollo del proyecto y cumplieron su planificación en dos años. Ahora bien, lo ejecutaron y tuvieron listo en unos diez años”, introdujo el especialista.
Para lograrlo llamó a trabajar una serie de estrategias de preinversión que justifiquen su conveniencia en ese lugar y momento.
El primer modelo recomendable por De Leon para adoptar incluye los 5 pasos de RETScreen: modelo de energía, análisis de costos, análisis de emisiones, modelo financiero y análisis de sensibilidad.
Aunque también, llamó a valorar alternativas complementarias para determinar el rendimiento del proyecto y la inversión, como lo son las herramientas para el cálculo del ROI (Return of Investment), y considerar los riesgos analizando modelos de riesgos, modelos de contratación y metodología FEL (Front End Loading).
¿Esto las ubicaría como más factibles que un proyecto eólico o solar? Puede ser que sí como que no.
Ahora bien, al momento de la evaluación podría considerarse un factor adicional que distingue a estos proyectos entre otras renovables. Citando a Flavio Albieri, presidente de Techno Hydro, el experto consideró que “cuando hablamos de un proyecto hidroeléctrico estamos hablando de una batería natural. Mientras en un fotovoltaico o eólico la batería nos resulta carísima, en hidroeléctrica viene incorporada, se puede embalsar el agua directamente y este es un concepto bien importante”.
Siguiendo su análisis “si bien la potencia en algunos ríos tiene un buen régimen de comportamiento durante el año, también es posible ofrecer algo de potencia mediante otros proyectos con factores de planta muy buenos, sin necesidad de pensar en proyectos con potencia firme durante todo el año”.
También son dignos de evaluar los antecedentes de oposición de grupos locales o ambientalistas a proyectos con esta tecnología. Por eso, se advierte como importante en Honduras y otros países de la región abordar el tema con una buena gestión de aspectos sociales y recursos del proyecto.
Gestión del recurso hídrico
Mucho se debate en el sector energético renovable acerca de los recursos técnicos y financieros para los proyectos. Pero, durante un evento organizado por la Asociación Hondureña de Energía Renovable (AHER) junto a las empresas TechnoHydro y Energia PD, empresarios enfatizaron la importancia de empezar a hablar sobre la disponibilidad a largo plazo del recurso natural, como lo puede ser el agua para las centrales hidroeléctricas.
“Como ingenieros, tenemos que involucrarnos directamente en este contexto de cambio climático y gestión sostenible del recurso agua. Para la prefactibilidad de los proyectos es importante tomar en cuenta si vamos a tener suficiente agua en los próximos 10 años para poder generar lo que nuestro cashflow y proyección de energía nos dice, y no solo saber si nuestras plantas tienen los mejores equipos y mejor procedimiento técnico administrativo”, advirtieron.
De acuerdo con la óptica de Enrique de León, la estrategia de la gestión de los proyectos debe abordar multipropósitos para lograr un aprovechamiento del agua mayor, sean estos con fines de recreación o agua y saneamiento.