Donald Trump, revocó los permisos y exenciones concedidas a varias empresas petroleras, para exportar crudo desde Venezuela.
El gobierno de Venezuela confirmó la versión. “Hemos mantenido comunicación fluida con las empresas trasnacionales de petróleo y gas que operan en el país y que han sido notificadas por el gobierno de los Estados Unidos sobre la revocación de sus licencias”, dijo la vicepresidenta Delcy Rodríguez en un comunicado en Telegram.

Sin embargo, Rodríguez señaló que las empresas internacionales “no requieren licencia ni autorización de ningún gobierno extranjero” para operar en Venezuela debido a que este país no reconoce “jurisdicción extraterritorial alguna”.

La salida de Chevron prevista inicialmente para el 3 de abril, supone un revés económico para Venezuela, ya que la petrolera estadounidense había contribuido a la reactivación de la producción petrolera venezolana, que en febrero de este año, superó por primera vez el millón de barriles por día (bpd) desde junio de 2019, según cifras de la Opep.

Chevron es clave en la frágil estabilidad económica de Venezuela. Con su salida se interrumpe un flujo de divisas que mantenía bajo relativo control la devaluación del bolívar. Según estimaciones la petrolera favorece el ingreso de cerca de 200 millones de dólares mensuales en la economía.
Trump dio hasta el 27 de mayo a Chevron para terminar su relación con Venezuela.

La italiana Eni también confirmó que las autoridades estadunidenses le notificaron que ya no se le permitirá recibir pagos por la producción de gas en Venezuela mediante suministro de la empresa estatal venezolana PDVSA.

“Eni mantiene su compromiso de transparencia con las autoridades estadunidenses para identificar opciones que garanticen que los suministros de gas no sancionados, esenciales para la población, puedan ser remunerados por PDVSA”, informó en un comunicado. “Eni siempre opera en pleno cumplimiento del marco de sanciones internacionales”.

La decisión de Washington incluye a la petrolera estadunidense Global Oil Terminals, propiedad del millonario y donante del partido republicano Harry Sargeant III, a la francesa Maurel et Prom y a Repsol, según tres fuentes citadas por Bloomberg. Estas compañías deberán poner fin a sus operaciones en Venezuela antes del 27 de mayo, explicaron.

A raíz de la noticia Repsol cayó más de un 2,6 % en la apertura del mercado bursátil de fin de mes, situándose en 13,31 dólares por acción.
La medida también afecta las licencias emitidas a empresas de gas venezolano que tengan relación comercial con PDVSA.

Estos permisos fueron emitidos por el Departamento del Tesoro estadunidense con formato de licencias, exenciones o cartas de conformidad para permitirles operar en Venezuela y exportar el petróleo de PDVSA sin que les afecten las sanciones impuestas por Washington.
En lo que se refiere a la estadunidense Global Oil Terminals, también deberá poner fin a todas las transacciones con PDVSA antes del 2 de abril abonando cualquier monto pendiente por la compra de petróleo para asfaltado.
The Wall Street Journal informó el viernes que la petrolera de Sargeant había recibido la orden de salir de Venezuela, y citó como fuente una carta remitida por el Departamento del Tesoro a la compañía.
Global Oil Terminals recibió en mayo una exención de dos años para comprar y transportar asfalto a Estados Unidos y países del Caribe.