El gobierno de Río Grande do Sul publicó su estrategia estatal de hidrógeno verde con el cual prevé incrementar su PIB en aproximadamente 62000 millones de reales y más de 40000 nuevos puestos de trabajo.
De acuerdo al estudio elaborado por la consultora McKinsey & Co, los costos de producción del H2V en Río Grande do Sul varían de 2,1 a 3,4 USD/kg, incluso considerando la entrega para el consumo; en tanto que la demanda doméstica llegaría a las 600.000 toneladas al año hacia el 2040 y el consumo máximo podría alcanzar 2.800.000 de toneladas en dicho año.
Y entre las principales aplicaciones, se espera que dicho vector sea “clave” en el uso de las refinerías, calefacción industrial, producción de fertilizantes y el transporte por carretera, con foco en la movilidad pesada.
“El potencial eólico y solar es más estable a lo largo del año que en otros estados del noreste, por lo que la combinación entre ambas fuentes dan una fuente de alimentación más estable que permite tener inversiones en plantas de menor capacidad con un suministro de energía más constante”, sostuvo Sergio Canova, responsable de la región sur de McKinsey & Co.
“Cuando vemos todas las ubicaciones potenciales, se ve que el número más bajo en el estado se da mediante la configuración mixta entre proyectos on-grid y off-grid”, agregó.
Por su parte, el gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite, manifestó que este estudio técnico permitirá que los inversionistas apuesten por el estado como una de las grandes sedes para instalar planta de generación de hidrógeno verde.
“Este recurso abre una nueva oportunidad económica. Con el potencial de energía eólica y solar, tenemos una nueva oportunidad de generar riqueza en el estado, además de cumplir con el compromiso ambiental”, continuó.
Y cabe recordar que de acuerdo a los últimos informes locales, el estado cuenta una matriz eléctrica renovable superior al 80% (sumó 27,6 MW durante el 2022) y se posiciona como la tercera entidad federativa con mayor capacidad instalada en generación distribuida, con 1.950,7 MW, de los cuales 1,9 GW corresponden a sistemas fotovoltaicos, seguido de las mini y micro centrales termoeléctricas (15,8 MW) y plantas hidroeléctricas (3,1 MW).
Pero a ello se debe agregar que desde el gobierno estatal plantearon que existen “cerca de 100 GW de capacidad renovable mapeada” y locaciones “favorables” para el desarrollo de la cadena productiva del hidrógeno verde, como por ejemplo el Puerto de Río Grande, que cuenta con infraestructura y logística “aptas para su comercialización”.
Asimismo, el reporte realizado por la consultora internacional destaca que la capacidad solar onshore teórica total instalable es de aproximadamente 100 GW. Mientras que la capacidad total eólica en tierra es de 103 GW y 108 GW en aguas jurisdiccionales del país.