Representantes del Gobierno ruso plantearon este fin de semana, durante una visita a La Habana, la posibilidad de construir una refinería de petróleo en Cuba en colaboración con empresas rusas, según dijo a la agencia de prensa TASS el vicepresidente de la Duma Estatal Alexander Babakov, quien forma parte de una amplia delegación encabezada por el presidente del órgano legislativo, Viacheslav Volodin.
“Cuba tiene petróleo crudo: es lógico no importar productos petrolíferos, sino producirlos aquí”, dijo Babakov. “Las mayores empresas rusas podrían participar aquí”, añadió.
Además, según el medio ruso Pronedra, ambas partes no solo discutieron la construcción de la planta en sí, “sino también las posibilidades de un procesamiento más profundo de los productos petrolíferos, incluida la producción de fertilizantes en Cuba”, precisó.
Según Babakov, el tema se encuentra en la etapa de negociación y un aspecto importante es que Cuba tiene reservas de petróleo crudo. “Esto hace aconsejable no importar productos petrolíferos terminados, sino organizar su producción directamente en el sitio, lo que aumentará la eficiencia económica del proyecto”, dijo.
A fines de marzo, La Habana anunció públicamente la reanudación de los envíos de petróleo desde Rusia, luego de un año sin producirse. El más reciente de estos cargamentos fue de aproximadamente 325.000 barriles crudo, que llegaron al puerto de Matanzas a bordo del buque Marlen, con bandera de Liberia. Este sería al menos el quinto en tres meses, si bien los últimos envíos han sido ocultados para evitar que su origen sea localizado. Tampoco las autoridades cubanas han informado de esos arribos.
Dicha reanudación de envíos se produjo luego de una estancia del vice primer ministro cubano y negociador del régimen Ricardo Cabrisas en Moscú, a raíz de la cual Rusia concedió un nuevo préstamo a La Habana, por un valor que no trascendió, para “garantizar el suministro estable de petróleo, productos petrolíferos, trigo y fertilizantes”.
En Cuba hay hoy cuatro refinerías. Tres de ellas, la Ñico López, de La Habana, la Sergio Soto, de Sancti Spítirus, y la Hermanos Díaz, de Santiago de Cuba, fueron construidas antes del triunfo de la Revolución y nacionalizadas en 1960, luego de que sus propietarios se negaran a procesar crudo soviético.
La cuarta refinería, la Camilo Cienfuegos, fue construida con tecnología soviética y quedó paralizada en los años 90 a consecuencia del Periodo Especial. Volvió a operar en 2007, después de que el Gobierno de Venezuela, con Hugo Chávez a la cabeza, aportara 136 millones de dólares para su rehabilitación.
La construcción de una quinta refinería no es un anhelo nuevo del régimen. En 2008, la Cámara Petrolera de Venezuela anunció que la construiría, con capacidad de 150.000 barriles diarios. La estatal PDVSA estimaba que la inversión requería 4.329 millones de dólares y su puesta en marcha estaba prevista para 2015. Pero, en medio de la debacle de la industria petrolera venezolana y de la economía toda de dicho país, el proyecto no se concretó y ahora es el Gobierno ruso el que promete la construcción de esa quinta refinería.
Durante la visita a La Habana, la delegación rusa se reunió con el gobernante Miguel Díaz-Canel, el primer ministro Manuel Marrero y el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular Esteban Lazo.
Al reunirse con este último, Volodin dijo, citado por TASS: “Los Biden van y vienen, pero Cuba existe y seguirá existiendo”. “El nivel de más alto entendimiento mutuo y amistad es una base muy buena y sólida para que usted y yo desarrollemos las relaciones entre los estados”, enfatizó.
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