
Juan Roberto Paredes, especialista Senior en Energías Renovables de la División de Energía del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) expuso sobre Transición Energética y el Rol de las Energías Renovables en América Latina.
“Los siete países más grandes de la región consumen casi el 90% de toda la energía de América Latina (…) y, en esta década, necesitarán aumentar su capacidad de generación eléctrica en un gran porcentaje”, aseguró el referente del BID.
Según un estudio realizado por el BID, entre 2015 y 2030 Brasil ampliará sus necesidades energéticas casi un 100%, México +62%, Argentina +58%, Venezuela +53%, Chile +82%, Colombia +50% y Perú +137%.
La gran pregunta sería ¿cómo qué tecnología se generará la nueva energía que necesitan?
“Para cubrir la demanda incremental al 2030, vemos que la hidroeléctrica, la eólica y el gas natural serían las tecnologías que más aumentarían en los próximos diez años”, señaló el referente del BID durante su participación en el último evento organizado por el Comité en Centroamérica y el Caribe de la Comisión de Integración Energética Regional.
Otro interrogante abordado por el especialista fue si realmente estamos atravesando una transición energética. Juan Roberto Paredes defendió la idea que sí existe la transición, argumentando que en los pasados 40 años ya aparecían señales y en los últimos cinco han habido cambios más significativos en el suministro y en cómo producimos nueva energía.
No obstante, también advirtió sobre el ritmo en el que se podrían dar los cambios de acuerdo al gran potencial de energías renovables no convencionales que no se estaría aprovechando al máximo.
“Las energías renovables no convencionales vienen creciendo de manera exponencial, pero este crecimiento no ha compensado un mayor consumo de energías fósiles”, alertó el experto.
De ahí es que sostuvo que la “velocidad de la transición aún no es suficiente”. Y recomendó: “entre más rápido actuemos, menos dinero y esfuerzos vamos a tener que dar”.
Analizando uno de los gráficos compartidos durante su presentación, consideró que “si reaccionamos después del 2030, el cambio deberá ser mucho más radical y esto sería, por ejemplo tener un 30% anual de reducción de emisiones para estar alineados con un aumento de temperatura menor a los 2º C e inclusive de 1.5º C de temperatura global, acompañado de una neutralidad de carbono”
De aquella lectura, ser neutrales en carbono sería el camino a seguir. De acuerdo a los relevamientos del BID: “Más de 170 multinacionales se han comprometido a ser 100% renovables”.
“Las corporaciones tienen metas de energías renovables significativas y no las siguen sólo por el medioambiente, sino por la competitividad de su negocio”.