La reducción de la oferta de petróleo impulsada por los recortes que la OPEP+ aplicó a la producción y el aumento de la demanda mundial promovieron un repunte de los precios del crudo con el Brent alcanzando máximos de más de 88 dólares por barril ayer, el más alto desde enero.

Según la Agencia Internacional de Energia (AIE), si se mantienen los objetivos actuales de la entente, los inventarios podrían reducirse en 2,2 millones de barriles diarios (bpd) en el tercer trimestre y en 1,2 millones de bpd en el cuarto, “con el riesgo de que los precios sigan subiendo”.

De acuerdo con la agencia, en julio la oferta mundial de crudo se redujo en 910.000 bpd, en parte debido a una fuerte reducción de la producción saudí. Pero las exportaciones rusas se mantuvieron estables en torno a los 7,3 millones de bpd en julio.
La agencia también pronostica que el crecimiento de la demanda se ralentizará bruscamente el año que viene hasta 1 millón de bpd.

“Con la recuperación pospandémica en gran medida completada y múltiples vientos en contra que desafían las perspectivas de la OCDE, el aumento del consumo de crudo se ralentizará notablemente”, informó la AIE en referencia a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

La previsión de crecimiento de la demanda es inferior en 150.000 bpd a la del mes pasado y contrasta con la de la organización petrolera que ayer mantuvo su previsión de que la demanda aumentará en 2,25 millones de bpd en 2024.

“Las perspectivas económicas mundiales siguen siendo difíciles debido a la subida de los tipos de interés y a la restricción del crédito bancario, lo que afecta a las empresas, que ya tienen que hacer frente a la atonía del sector manufacturero y del comercio”, informó la AIE.

La agencia también espera que la demanda aumente en 2,2 millones de barriles diarios en 2023 y estima que la demanda alcance una media de 102,2 millones de bpd este año, y que China represente más del 70% del crecimiento.