¿Qué objetivos tiene en su nuevo cargo como Seremi de Magallanes y de la Antártica Chilena?
El primer objetivo es continuar trabajando para mejorar, desde el sector energético, la calidad de vida de las personas de la región. Este compromiso que tenemos con los magallánicos, lo seguiremos llevando a cabo de manera sostenible, lo cual implica, tal como lo ha manifestado el ministro Juan Carlos Jobet, convertir a Magallanes en una de las capitales mundiales del hidrógeno verde.
Tenemos el potencial para conseguirlo y ya hemos dados los primeros pasos concretos en esa dirección, bajo la guía de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, la cual ha sido elaborada con visión de largo plazo, pues desde el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera entendemos los temas energéticos del país, como asuntos propios de una política de Estado.
Esto necesariamente lo estamos articulando mediante una fuerte alianza público-privada, más la participación ciudadana que, esperamos, cada vez más vaya haciendo suyo, el desarrollo del denominado “combustible del futuro”.
En este mismo sentido es que estamos propiciando inversiones en energías renovables para una reactivación sostenible capaz de contribuir decisivamente en las metas de carbono neutralidad y descarbonización de la matriz energética nacional.
Otro punto que estaremos fortaleciendo será el de educación, conciencia y, en definitiva, una cultura de la eficiencia energética. Para ello ya contamos con la primera Ley de Eficiencia Energética de Chile, la cual por una parte crea un nuevo y moderno marco regulatorio al respecto, que permite organizarnos adecuadamente en torno a los desafíos del sector en sus distintos ámbitos.
En concreto, ¿qué iniciativas pretende llevar a cabo para el desarrollo regional de energías renovables no convencionales?
Fundamentalmente, hemos estado propiciando la entrada de tecnologías eficientes como lo es la cogeneración en edificaciones públicas (liceos, hospitales y servicios públicos), las cuales han sido complementadas con energía solar, eólica y otras medidas de eficiencia energética.
Respecto a la energía solar, tan solo hace unos años, en Magallanes era casi impensado que funcionara. Se hizo un trabajo casi “desmitificador” y hoy vemos que, por ejemplo, en sectores aislados o en la industria silvoagropecuaria, los sistemas fotovoltaicos están entregando una importante y muy útil prestación.
¿Actualmente existen incentivos locales para las energías renovables no convencionales?
Sí. Por ejemplo, el Programa Casa Solar, que permite, mediante economías de escala y cofinanciamiento estatal, adquirir un sistema fotovoltaico para el hogar hasta por un tercio de su valor de mercado.
También contamos con los programas Ponle Energía a tu PyME y Ponle Energía a tu Empresa que, asimismo, cofinancian iniciativas sostenibles para emprendimientos de menor y mayor tamaño respectivamente.
Otro incentivo que se ha estado implementando es el Concurso Comunidad Energética, que entrega fondos para proyectos renovables que van desde comunidades y/o entidades educativas, hasta juntas de vecinos.
Una vez al año se dispone del Fondo de Acceso a Energía, el cual financia la implementación de proyectos de ERNC para organizaciones donde agrupaciones pertenecientes a pueblos originarios y/o mujeres cuentan con una ponderación especial.
En cuanto a movilidad eléctrica, ¿están avanzando en iniciativas?
A través de la Agencia de Sostenibilidad Energética se ha estado trabajando en un estudio a fin de fomentar la infraestructura de carga para vehículos eléctricos en espacios públicos.
A esto debemos sumar las gestiones realizadas con la empresa de distribución eléctrica que opera en la región y con las empresas que podrían traer los automóviles eléctricos.