Siemens Energy está considerando el cierre de fábricas y oficinas de ventas de Siemens Gamesa como parte de una revisión destinada a reducir las pérdidas en el negocio de turbinas eólicas. El proveedor alemán de equipos de energía está luchando con problemas de calidad de gran alcance en su división de turbinas eólicas en tierra, así como los contratos en alta mar potencialmente deficitarios, que han causado sus acciones a más de la mitad desde junio.

Las medidas, que probablemente provocarán nuevos despidos, pretenden aliviar a Siemens Gamesa a largo plazo mediante la externalización de la producción de algunos componentes clave, como las palas, con el fin de aumentar los márgenes.

Las acciones de Siemens Energy, que se separó de Siemens AG en 2020, subieron hasta un 2,5% después del informe.

“Todo lo que sea aumentar la rentabilidad y recortar costes en la deficitaria Gamesa se considera positivo”, dijo un operador con sede en Frankfurt sobre el movimiento del precio de las acciones.

El Director General de Siemens Energy, Christian Bruch, se encuentra bajo presión para presentar un plan de recuperación convincente para Siemens Gamesa tras detallar problemas de gran alcance tan sólo unos meses después de asumir la plena propiedad de la división.

Bruch declaró en agosto que Siemens Gamesa daría prioridad a la rentabilidad y la estabilidad frente al crecimiento, sugiriendo que una cartera de pedidos rebosante debía conducir a unos beneficios saneados.

Los detalles de la reestructuración de la división podrían desvelarse en noviembre, cuando Siemens Energy tiene previsto publicar sus resultados anuales y celebrar una jornada de mercados de capitales, según las personas citadas.

No se han tomado decisiones definitivas y los detalles del programa de reestructuración podrían cambiar.

Un portavoz se refirió a los comentarios de Bruch en agosto, quien dijo que lo más importante era estabilizar Siemens Gamesa y que Siemens Energy estaba estudiando todas las opciones.

Hasta ahora, Siemens Energy ha contabilizado 2.200 millones de euros (2.300 millones de dólares) en cargos relacionados con los problemas, que incluyen la formación de grietas en las palas del rotor y engranajes defectuosos en los aerogeneradores terrestres más nuevos.

A escala mundial, Siemens Gamesa, el mayor fabricante de aerogeneradores marinos, cuenta con 79 instalaciones, incluidas oficinas de ventas y servicios, centros de I+D y 15 fábricas de palas y góndolas.

Algunas de ellas podrían cerrarse o ponerse en hibernación temporal, ya que Siemens Gamesa pretende deshacerse de la producción de piezas que sus proveedores pueden fabricar de forma más barata.

Los problemas de Siemens Gamesa han puesto en el punto de mira a un sector que sufre las consecuencias de unos ciclos de producción muy cortos, a expensas de la calidad.

A pesar de atraer la ira del inversor principal Siemens AG, los problemas de Siemens Energy no han provocado cambios en la dirección ni han atraído a fondos activistas.

Según dos fuentes distintas familiarizadas con el asunto, la destitución de la cúpula directiva no solucionaría necesariamente los problemas, y la venta de la problemática división onshore de Siemens Gamesa se considera actualmente un reto importante.

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