Prácticamente hace dos años atrás la actual secretaria de energía de México, Rocío Nahle, señaló que era “probable” el lanzamiento de una cuarta subasta a largo plazo y que sería “lo más inmediato que se pueda”, lo que en aquel entonces generó expectativas en el sector.
Sin embargo, poco tiempo después las convocatorias fueron suspendidas y canceladas. Y a poco del cierre del séptimo mes del 2021, en medio de un contexto político energético particular en México, pareciera no haber un panorama favorable para su ejecución en el corto plazo.
“La reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador [actualmente suspendida], prácticamente está cancelando de facto la posibilidad de poder regresar a eso”, le comentó Gonzalo Monroy, director general de la Consultoría GMEC, a Energía Estratégica.
“Sigue estando en la ley, sigue estando como una posibilidad que podría ocurrir, pero prácticamente la apuesta es un all-in de regresar la posición hegemónica de Comisión Federal de Electricidad ante todos los cambios tecnológicos y de inversión que hay”, agregó.
Esto se puede relacionar con los dichos de AMLO, que pretende darle a la CFE el 54% del control del mercado eléctrico en el país, mientras que el restante 46% quedaría a mano de privados.
Incluso, de suspenderse definitivamente la reforma, el mandatario de México ya anticipó que buscará una reforma constitucional.
“Una de las cosas que ha acusado el Gobierno es que no gustan los contratos de suministro. Hago esta referencia porque prácticamente lo que quieren es renegociar una buena parte de los convenios que ya existen y que esos ahorros fueran financiando la expansión de la Comisión Federal de Electricidad”.
“Ahí entramos en el tema de las subastas, ya que uno de los puntos finos de la reforma que está impulsando el presidente López Obrador tiene que ver con que la CFE ya no tenga la obligación de comprar la nueva capacidad o la nueva energía en un mecanismo de subasta”, explicó Monroy.
Y continuó: “Sino que la propia empresa productiva del Estado pueda construir sus propias plantas y se asegure el suministro. Es importante de entender esto porque el proyecto solar que quieren hacer en Sonora obviamente dice entre líneas que harán renovables, siempre y cuando las haga la CFE”.
Por otra parte, una de las cuestiones que remarcó fueron las delimitaciones en lo referido al liderazgo energético, ya que consideró que ha cambiado con la administración actual y que hoy en día “hay tres cabezas en el mismo nivel jerárquico”.
Con ello aludió tanto a Rocío Nahle, secretaría de energía, Octavio Romero, director general de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y a Manuel Bartlett, director general de Comisión Federal de Electricidad.
“Cada uno tiene un canal directo con el presidente y no necesita pedirle permiso o coordinarse con los otros. Cuando la secretaria dice que quizás le gustaría ver subastas, por desgracia la última palabra la tiene la Comisión Federal de Electricidad”.
“Es decir que si Bartlett no da su anuencia, obviamente todo el mecanismo de subastas pues simplemente está muerto de antemano. Y aquí hay una parte política que obedece a la toma de decisiones que se está ocurriendo en el sector energético”, apuntó.