Como ya había anticipado Energía Estratégica, días atrás, se publicaron los resultados de la Subasta de Cargo por Confiabilidad para el 2027/2028.

En total, se asignaron 33 plantas de generación, lo que representa una inclusión al sistema de 4.489 MW nuevos, de los cuales 4.441 MW son solares y 48 MW térmicos con tecnología de biomasa, biogás y repotenciación de una central existente.

Si bien la participación de energías renovables en la subasta fue muy buena en comparación a la anterior realizada en 2019 donde se asignaron 1.398 MW eólicos y solares, expertos señalan que muchos proyectos han quedado fuera y que los adjudicados no alcanzan para cubrir la demanda entrante.

Uno de ellos es Jorge Moreno, especialista regulatorio de Optima Consultores, quien, en conversaciones con este medio, analiza en detalles los resultados de la convocatoria: “En el marco de tanta incertidumbre por los múltiples aplazamientos de la subasta, es buena noticia que casi todos los nuevos proyectos adjudicados son renovables. No obstante, los estimados de potencial de participación rondaban los 11 GW y solo se adjudicaron 4,4 GW”.

Y agrega: “Quedaron bastantes proyectos faltantes por participar lo cual evidencia que los desarrolladores están viendo grandes riesgos en el desarrollo de los proyectos. El permitting se está volviendo un problema en Colombia lo cual se traduce en menor participación en la subasta”.

En este sentido, Moreno considera que la participación es “baja” teniendo en cuenta que estos proyectos no alcanzarán a cubrir en su totalidad la demanda del periodo cargo 2027-2028 subastado.

“Teníamos una demanda estimada para el periodo de 264 GW hora año y se adjudican solo 249 GW hora año. Una subasta exitosa hubiera asignado al menos unos 3 o 4 años de demanda objetivo como las subastas anteriores de cargo por confiabilidad. Bajo estos escenarios de déficit uno se pregunta: ¿Por qué no se adjudicó toda la oferta disponible en la subasta? ¿Fue la oferta de precio muy alta? O tal vez ¿hubo errores en la formulación de la curva de demanda y/o el precio techo de parte de la CREG?”, argumenta.

Críticas al precio: demasiado alto para renovables

Acerca del precio resultante de la subasta, que cerró en torno a los 18 dólares por MW hora, Moreno advierte que corresponde al mismo precio del año 2019 traído a valor presente, y que, por lo tanto, no responde a los criterios de menores precios esperados por la evolución tecnológica en la generación de energía.

“Se esperaba que a medida que evolucionara la tecnología renovable, fuera bajando el precio. Por ello, no es tan lógico el resultado, ni tampoco es una buena noticia, que habiendo cerrado la subasta un proyecto solar esta hubiera cerrado al mismo precio de la anterior subasta. El precio debió haber sido inferior a los 18 dólares teniendo en cuenta que la anterior subasta apalancó proyectos térmicos cuyo modelo financiero depende directamente de este ingreso, contrario a lo que sucede con las fuentes renovables de energía”, insiste.

Aunque reconoce que la inflación a nivel mundial desatada por la pandemia y los efectos de la Guerra entre Rusia y Ucrania que causaron complicaciones en la cadena de suministro, podrían haber inferido en estos resultados, el especialista sostiene que, por la eficiencia de la tecnología, los precios, de todos modos, deberían haber cerrado a la baja, más aún cuando la tecnología solar no depende mayoritariamente de este ingreso por confiabilidad.

Posible demora en los proyectos

En tanto a la construcción de los proyectos, Moreno cree firmemente en que se van a construir en los próximos años ya que “las condiciones de la subasta de cargo por confiabilidad son muy fuertes y exigen grandes garantías”.

En efecto, asegura que la mayoría de estos proyectos tienen fecha de puesta en operación entre 2025 y 2026 lo cual deja un margen de maniobra para construir plantas hasta el 2027 e incluso el 2028 si tomamos el año de gracia que brinda el mecanismo.

No obstante, alerta por posibles demoras en dichos plazos: “Los riesgos de desarrollo en el país son importantes. Entonces, si bien esperamos que se construyan, creemos que muchos de ellos podrían retrasarse o incluso no construirse”.

En resumen, según el especialista regulatorio de Optima Consultores, se cierra una nueva subasta de cargo por confiabilidad en Colombia, que, por primera vez en la historia, asigna el 99% de los proyectos con fuentes no convencionales de energía, esto sin duda es positivo en el camino de la transición energética.

No obstante, afirma que la baja participación deja interrogantes sobre el permitting y los riesgos asociados en el país, además, de la necesidad de esperar una nueva subasta de cargo por confiabilidad en el corto plazo.

“El precio deja interrogantes sobre el mecanismo de asignación y la eficiencia en el precio de la confiabilidad que se paga en el país. La subasta deja señales de mejora y la siguiente subasta está a la vuelta de la esquina, por lo que es imperativo empezar a trabajar entre todos los actores del mercado estos frentes de mejora”, concluye.

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