(Desde Neuquén). Leandro Bertoya, intendente de San Patricio del Chañar, una localidad tradicionalmente frutícola y vitivinícola que en los últimos años registró un fuerte crecimiento de la actividad hidrocarburífera de la mano de los desarrollos de Vaca Muerta, quiere regular la logística del agua que se utiliza para fracturar hidráulicamente la formación no convencional de la cuenca Neuquina. Es el primer municipio provincial que avanza política y regulatoriamente en esa dirección. En concreto, lo que pretende Bertoya, un jefe municipal enrolado en el Movimiento Popular Neuquino (MPN), es fomentar la construcción en el ejido municipal de una infraestructura fija de transporte del líquido con vistas a reemplazar al sistema actual, que se realiza mediante tendidos de mangueras flexibles que están distribuidas de forma superficial por toda la localidad.
La decisión de Bertoya se enmarca en la frontera regulatoria que divide las potestades de la provincia y las de la intendencia. Por estar categorizado como un municipio de primera categoría, el jefe de San Patricio del Chañar puede dictar normas ambientales para ordenar la logística del recurso dentro de la localidad. Pero la regulación de fondo sobre el agua recae sobre la Secretaría de Recursos Hídricos provincial. Por eso la gobernación de Omar Gutiérrez monitorea de cerca el proceso, que ya generó ruido entre las empresas privadas.
Prueba de eso es que esta semana el ministro de Energía y Recursos Naturales, Alejandro Monteiro, se reunirá con referentes de las empresas involucradas —entre las que figuran Shell, Vista Energy, Phenix Global, Pluspetrol y Pan American Energy (PAE)— con la intención de ordenar el tema.
Lo concreto hasta ahora es que a mediados de agosto el municipio envió cartas documento a los productores para que aceleren la normalización de la logística del agua. Previamente se habían aprobado dos ordenanzas municipales y se realizó una convocatoria pública a empresarios interesados en desarrollar la infraestructura de captación y transporte en la localidad. La una única compañía que se presentó fue Grupo Confluencia, liderado por Pedro Brissio, que posee varias empresas de servicios en la provincia. En caso de resultar adjudicataria, la firma debería realizar la inversión necesaria para instalar los ductos, una planta de impulsión del agua cruda y otra de tratamiento del agua de flowback.
Posición oficial
El intendente de la localidad, Leandro Bertoya, dialogó con EconoJournal y dejó en claro su postura: “Por historia, presente y futuro, somos una zona productora de alimentos de exportación y queremos seguir sosteniendo esa calificación, pero también somos parte de Vaca Muerta”. San Patricio del Chañar, es parte del departamento Añelo y se ubica a 45 km al norte de la capital provincial Neuquén, a la vera del río homónimo. Es una de las zonas más recientes en recibir la ola del shale oil y del shale gas de Vaca Muerta. El incipiente diferendo por el uso del agua que se destina a las fracturas hidráulicas, así como al agua de flowback (el recurso que vuelve del yacimiento una vez realizada la factura), se explica por la existencia de varios emprendimientos frutículas y vitivinícolas (las principales bodegas de la provincia se encuentran en la localidad).
«La idea del Intendente es ordenar los movimientos y el transporte de agua. Además, controlar el tratamiento de los residuos sólidos y del flowback. Las mangueras flexibles no deberían estar en cualquier lado sin traza definida», advirtió bajo reserva de nombre un empresario que posee un negocio agroproductivo en la zona. A raíz de eso, la intendencia entiende que si se usaran ductos rígidos, eso dotaría de seguridad al sistema de transporte.
Facsímil de una de las cartas documentos que el intendente Bertoya envió a las petroleras que operan en San Patricio.
En esa dirección, el municipio emitió dos normas legales que, a entender de la intendencia de San Patricio del Chañar, fueron “ignoradas” por las empresas, pero que ahora los llevaron a estar en “diálogo institucional para buscar una convivencia cordial”.
El camino normativo
Con la intención de “favorecer el desarrollo productivo local preservando el medio ambiente y asegurando el crecimiento armónico y planificado de la localidad y la calidad de vida de los habitantes de San Patricio del Chañar”, el 15 de octubre del 2021 se aprobó por unanimidad en el Concejo Deliberante la ordenanza Nº 1.250. En ella se establece como política institucional del municipio “el uso racional y adecuado del agua en la localidad, tanto para uso domiciliario como productivo o industrial, otorgándole al mismo el carácter de servicio público esencial.”
La norma encendió las alarmas de la actividad hidrocarburífera: el artículo 2 indica que “a los fines de ejercer adecuadamente el poder de policía municipal sobre las obras, cañerías e instalaciones que se desarrollen dentro del ejido municipal a consecuencia de concesiones que de las mismas hiciera el poder concedente, facúltase al Ejecutivo a reglamentar la presente norma de manera que asegure el desarrollo productivo, el resguardo del medio ambiente, permita el crecimiento sustentable de la localidad, la eficiencia de su uso y mejore la calidad de vida a los habitantes de San Patricio del Chañar.”
Al poco tiempo surgieron dos reglamentaciones (decreto N° 1152 del 06/7/22 y el N°1180 del 13 de julio del presente año). Por un lado, autorizan las obras del proyecto “Red integral de manejo de aguas de San Patricio del Chañar: captación, transporte, almacenamiento, tratamiento y distribución de agua para uso y reúso industrial, forestal y productivo” y, por el otro, establecen la obligatoriedad a las empresas de presentar documentación relacionada con las tomas de agua, planos de obras de captación, traza, tratamiento y estudios de impacto ambiental, entre otros ítems.
Al mismo tiempo, se creó el “Registro de Empresas Operadoras asociadas al consumo y uso del agua con finalidades industriales y productivas que presten servicios”, que exige a las empresas que operan en la zona –y a las que se instalen en el futuro- a que presenten un “Plan de Gestión Ambiental Anual Específico”.
Objetivos
Al norte de la localidad existen hasta hoy cuatro concesiones petroleras. Los desarrollos en Vaca Muerta requieren de agua del río Neuquén. Bertoya interpreta que las normativas municipales complementan a las provinciales y son totalmente legales. Lo que se busca establecer es en qué lugar se realizan las tomas de agua, cuál es el volumen que se va a utilizar y por qué tipo de ductos se transportará.
La preocupación -indicó el jefe municipal- se basa en que ante un evento climático o inesperado, la cuenca pluvioaluvional de San Patricio del Chañar no reciba agua sin el tratamiento adecuado, temiendo desperfectos en los tendidos flexibles actuales y que afecte la producción de frutos.
“Lo que queremos es planificar junto al sector hidrocarburífero, el Consorcio de Riego, las Cámaras de productores y las bodegas es la traza de la toma, el camino hacia los pozos, cómo se trata el agua que se reutiliza y asegurarnos que se realice el tratamiento adecuado”, expresó. La preocupación de la industria hidrocarburífera —que es compartida por la gobernación provincial— es que si el proceso no se encauza de forma eficiente termine generando sobrecostos operativos para los productores que penalicen el aumento de las inversiones en Vaca Muerta. Habrá que ver cómo evoluciona el tema en las próximas semanas para saber si existe un acuerdo entre las partes o si, por el contrario, la tensión sigue en aumento.
La entrada Tensión en Neuquén: un municipio quiere regular la logística del agua que se utiliza para producir en Vaca Muerta se publicó primero en EconoJournal.
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