¿Qué cambios se requieren en México? 

Lo que buscan nuestros clientes es que dejen de manipularse las reglas de operación del mercado. Prácticamente, se mató al mercado legado que funcionaba para los grandes consumidores.  

¿Qué nuevos peligros advierte?

A mí, el miedo que me da es que, habiendo ya limitado distintas formas para que los grandes consumidores adquieran energía barata y limpia, si siguen jugando a modificar las reglas de operación  del mercado eléctrico -que es prácticamente lo único que hay- van a matar también al mercado.  Yo lo llamo el fenómeno del “corralito”: de un campo abierto, llevas a los borregos a un corral pequeño y de ese corralito lo llevas al matadero. Es un símil muy burdo pero prácticamente es lo que estoy viendo. 

¿Cómo se aplicaría en el mercado eléctrico mexicano? 

De tener un marco de opción libre donde se podía permanecer, hacer negocios y proyectar nuevas inversiones a muy largo plazo, pues ahora los llevaron al “corralito” del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) donde se sigue operando pero donde definitivamente no se ven buenas noticias. 

¿Cuáles son las barreras que observa? 

Ahí vemos nuevas limitaciones de generación, silencios administrativos para los usuarios calificados y suministradores, trabas técnicas en la integración de nuevas cargas de los usuarios calificados, etc; todo eso, poco a poco, es como el dicho: “matar el elefante a pellizcos” y se van minando la confianza, la credibilidad, el respeto a los contratos y el respeto al marco jurídico.

Pese a estas trabas, ¿cómo es el rol de la justicia ante los contratos?  

Las empresas se han defendido con una serie de amparos y de resoluciones administrativas. Sí. El poder judicial se ha pronunciado con total autonomía y realmente me congratulo de eso. Pero las empresas no están para defenderse de las ideologías sexenales que no tienen sustento.

Y al final del día, el CENACE y la CRE siguen haciendo lo que quieren y hoy lo que quieren es seguir las instrucciones del presidente, así lo dijo un comisionado de la CRE. Se supone que es un comisionado de un órgano autónomo que regula las actividades del sector energético.  Eso ya dijo todo. 

¿Cómo impactó al sector privado la salida de Alfonso Romo de la Oficina de Presidencia? 

Como vínculo entre el Gobierno y los particulares en todas las industrias, su salida repercutió a todos. Creo que esto se debió a que existe un choque frontal entre realidad e ideología. Y se demostró que la realidad es la que están viviendo las empresas. Son innegables las necesidades energéticas y de competitividad en este mundo globalizado. Mientras más cara sea la energía en México, menos competitivas serán las empresas mexicanas. 

¿Esto desestabilizó la política local? Ya se habla de una posible reforma Constitucional en México, ¿cómo afectará esto al sector energético?

Hay muchos puntos por analizar. Por un lado, dependerá mucho de las elecciones de 2021. También dependerá de cómo redacten la reforma. Pero no hay que olvidarse de la no retroactividad de las leyes. Lo que ya está firmado no lo pueden tocar, pero si se intenta modificar el choque será nuevamente judicial y ya no sólo a nivel nacional sino también internacional y como mexicanos perderemos. 

En cuánto a las relaciones internacionales, ¿cree que la elección de Joe Biden y el Green Deal que impulsará en el vecino país pueden impactar positivamente en México? 

La política de Biden va a beneficiar principalmente a los Estados Unidos de América y no debería tener injerencia directa en las decisiones y políticas del gobierno mexicano. 

No obstante, México sí puede verse beneficiado en el sentido de que la ola americana en todos los sectores económicos históricamente siempre ha repercutido positiva o negativamente en México. De tal forma que, por ejemplo, el primero en sufrir la crisis americana del 2009 fue México, pero también cuando Estados Unidos registra superávit económicos somos los primeros beneficiados. 

¿Qué temas ubicará en la agenda energética a diferencia de Donald Trump? 

Va a existir por lo menos una sensibilización de que el camino es la descarbonización, la transición energética y los hidrógenos. 

Hay otro factor que también es importante y es que tendrá un interés en que se respeten los contratos. Antes, fueron los congresistas quienes recordaron a Trump que hiciese respetar los tratados internacionales porque en México se estaban afectando los intereses de empresas americanas por decisiones erráticas, volátiles y sin fundamento en materia energética. Ahora, podrá ser Joe Biden quien lo haga. 

¿Cambiará la política energética Andrés Manuel López Obrador? 

Hoy, es muy difícil saberlo. La política energética en México pareciera no cambiar, sea quien sea quien esté en el gobierno de Estados Unidos. 

Yo creo que no se han dado cuenta de que las racionalidades técnicas de consumo y económicas están en México. Y es un choque frontal entre realidad e ideología. Este choque lo vamos a ver más fuertemente el próximo año. Ahora bien, espero que de este choque frontal surjan las oportunidades.