El martes 22 de febrero pasado, Aes Gener comunicó que se desprenderá de las 5 centrales termoeléctricas a carbón denominadas Guacolda, ubicadas en la localidad de Huasco.

AES, que es socia mayoritaria de los activos, venderá sus acciones a un participante minoritario: Weg Capital.

En diálogo con Energía Estratégica, la dirigente ecologista y excandidata presidencial, Sara Larraín, rechaza este cambio de manos.

Explica que AES Gener, al igual que el resto de las propietarias de centrales carboneras en Chile: Colbún, Enel y Engie, habían arribado a un acuerdo con el Gobierno de cierres voluntarios de estas plantas con un horizonte al 2040.

“Esta venta pone en peligro el plan de descarbonización del Gobierno”, advierte Larraín.

Sin embargo, según consignó el portal Diario Financiero, desde Weg Capital aseguran que se acogerán al programa una vez que se haya materializado la operación de compra por Guacolda.

Larraín, quien se está candidateando para ser constituyente por el distrito 11 (dentro de la lista Apruebo), y así formar parte de la redacción de la nueva constitución de Chile, no sale de su asombro por esta operación.

“Es insólito que haya un fondo de inversiones que esté comprando chatarra de carbón, cuando todo el mundo no sólo invierte en energías limpias sino que pone condiciones para la descarbonización. Este tipo de inversionistas son unos irresponsables que agravan la crisis climática y ecológica”, dispara la directora de la entidad Chile Sustentable.

Las cinco centrales que conforman a Guacolda tienen más de 25 años de operación. El complejo totaliza una potencia de 764 MW, el cual representa el 26% de capacidad instalada operativa a carbón en ese país.