El miércoles pasado, en un evento denominado ‘Soluciones de Almacenamiento y Microrredes’, organizado por Energy Lancuyén y Sungrow, Ana María Ruiz, subgerenta de Programa y Desarrollo Estratégico de CORFO, dio detalles del estudio que han realizado para aprovechar posibles recortes («curtailment») de energías renovables no convencionales (ERNC) que Chile inevitablemente enfrentará tras la incorporación masiva de estas fuentes en las décadas venideras.
Actualmente el país tiene una matriz eléctrica de más del 25% constituida por fuentes variables de energía: eólica y solar fotovoltaica. Se espera que para el 2050 alcance la Carbono Neutralidad: generar emisiones de dióxido de carbono netas iguales a cero.
Esto produciría inevitablemente recortes (es decir, cuando el aporte de energía renovable eólica o solar fotovoltaica no puede ser aceptado por el sistema ya sea por falta de demanda o de capacidad de transmisión).
Según Ruiz, las potenciales causas de este fenómeno en Chile tendrán que ver con: una estructura de red de transmisión no llegue a tiempo ni con las obras necesarias; que haya flexibilidad insuficiente de la generación convencional; por reglas de despacho (prioridades en el orden de mérito, gas inflexible); decisiones privadas sin considerar el desarrollo de otros proyectos en el sistema; una regulación que no permita aumentar la capacidad de algunas redes como función del aumento de la generación distribuida.
Es por ello que el objetivo del trabajo de CORFO fue dimensionar y proyectar el volumen y ubicación de estas sobreofertas de energías renovables no convencionales que se tendrían en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en el período 2020-2040.
“El caso que se evaluó en este estudio es poder utilizar estos recortes para generar proyectos duales de generación de una matriz de productos: electricidad, hidrógeno, oxígeno desde los sistemas fotovoltaicos”, aseguró Ruiz.
Para ello, se identificaron las plantas de renovables con mayores niveles de recortes, validando las proyecciones de limitación que eso genera y explorando nuevos modelos de negocio determinando cuántas pymes de generación eléctrica se podrían beneficiar diversificando su matriz de venta.
“Lo que entregó la modelación es que, en términos de capacidad por tecnología en los años 2020-2040, se ve la desaparición del carbón y el soporte que va a ir dando la generación a gas y el aparecimiento fuerte de lo que es concentración solar de potencia”, sostuvo la subgerenta de CORFO.
Conclusiones
“En los resultados de la modelación, podemos ver que los recortes a nivel del sistema pueden llegar a estar en el orden del 6 al 8% y eso va a significar en términos de volúmenes de energía 6.000 a 8.000 GWh/año de recorte. Es energía que no se puede inyectar a la red eléctrica”, analizó Ruiz.
Al tiempo que señaló: “Haciendo una transformación, la parte de hidrógeno podría ser producida a una tasa potencial de 17,97 toneladas de hidrógeno por GWh”.
Y concluyó: “Con ese hidrógeno producido con los recortes de energía podríamos obtener del orden de 100 a 120 toneladas por año”.
En términos comparativos, la especialista explicó que el consumo de hidrógeno utilizado en las refinerías para la producción de combustibles es de 58.500 toneladas. “Con estos recortes podríamos obtener el doble de lo que hoy se está produciendo”, resaltó.