
«El 2021 fue un gran año en el que instalamos 80 MW para el autoconsumo. A estas alturas del 2022 ya alcanzamos ese número», destaca Javier Fernández-Font Pérez, el director general de la firma, en diálogo con Energía Estratégica.
Aunque el costo de instalación se duplicó, estima que al final del 2022 registrarán su marca histórica: entre 150 y 160 MW.
El tope al gas mantendría el precio de la energía estable por los próximos 12 meses, pero aún se desconoce su reglamentación y esto genera incertidumbre en los consumidores.
Este contexto de precios por encima de los 200 euros por MWh sigue abonando al avance de las renovables para el autoconsumo, tanto residencial como industrial y comercial.
Javier Fernández-Font Pérez, el Director General de Alusín Solar. Foto: Marta Martín Heres
Según Fernández-Font Pérez este escenario de precios altos permita que «la amortización de la instalación de paneles solares, dependiendo del consumo de la empresa, puede darse en un plazo de entre tres a cinco años».
Explica que el promedio de repago se ubica en aproximadamente los 5 años aunque con plazos máximos de 7 años, dependiendo del perfil de cada usuario.
Ayudas
Esta semana se extendieron las ayudas económicas del autoconsumo a los autónomos encuadradas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) impulsado por el Gobierno.
Para la energía solar fotovoltaica abarcan desde el 15% de los costes del proyecto de una gran empresa, hasta el 45% para una pyme o un sistema inferior a diez kilovatios (10 kW).
Fernández-Font Pérez subraya la importancia de este tipo de incentivos para el cumplimiento de los objetivos de la Hoja de Ruta, que pretende una penetración de esta tecnología de entre 9 a 14 GW hacia 2030.
La energía solar fotovoltáica aumentó más del 37% su participación con respecto al 2020 y un 69% más comparando febrero 2020 y 2021, llegando a cubrir el 8% de la demanda de energía. Se espera que para este año el autoconsumo llegue a 2 GW de potencia instalada.
Cadena de suministros
Consultado sobre cómo se encuentra la actividad de la generación distribuida en cuanto cadena de proveedores, el Director de Alusín Solar asegura que la compañía que representa está preparada en abastecer con estructuras metálicas a la demanda.
Sin embargo, señala que el cuello de botella aparece con la provisión de inversores y paneles solares, buena parte de ellos fabricados en China. Inconvenientes en el tráfico de mercancías como los que se están sucediendo en el gigante asiático, generan faltantes.
Es por ello que Fernández-Font enfatiza en la necesidad de dejar de depender de otros países para abastecer la cadena de suministros. Propone una mayor atención a la industria nacional que haga más eficiente la producción y logística.
Recuerda que en enero de este año se anunció una iniciativa hispano-germana que consta de la construcción deuna gigafactoría para producir paneles solares. El proyecto requerirá una inversión de mil millones de euros.
Más allá que esta sea una solución a largo plazo, esa podría ser una oportunidad de Europa para independizarse de China para obtener paneles fotovoltaicos. El continente registra cada año un déficit de más de 7.880 millones de euros por las compras de fuera del continente.
«Es hora de que nos planteemos por qué seguimos construyendo en China. Debería ser menos Shanghai y más made in Spain», subraya Fernández-Font Pérez.
La compañía
Alusín Solar se ocupa del diseño y fabricación de estructuras para paneles solares. Se dedicaban a la manipulación de aluminio e iniciaron su experiencia en renovables durante el 2010, siguiendo las tendencias del mercado español.
Hoy está presente en más de 22 países y 3 continentes. Cuenta con un portfolio de más de 200 proyectos de fotovoltaica.