Uruguay espera tener activa su hoja de ruta del hidrógeno verde antes de que concluya el 2022 y tras recibir y responder todas las preguntas, sugerencias y comentarios realizados por diversos actores de la cadena productiva de dicho vector energético.

Omar Paganini, ministro de Industria, Energía y Minería del país aseguró que “la hoja de ruta fue puesta en consulta en agosto, ya recibió opiniones de distintos organismos y esperamos poder determinarla definitivamente antes de fin de año”. 

“Hay que incentivar e impulsar que el sector privado tome parte en el H2 y para eso, se impulsó el desarrollo de una hoja de ruta del hidrógeno verde en Uruguay para que los distintos sectores tengan claro cuál es la viabilidad y rumbo que esto puede tomar y, de alguna manera, ellos tomen sus decisiones para alinearse con ella”, agregó. 

Cabe recordar que el consenso entre los diversos partidos políticos del país fue uno de los pilares del desarrollo tanto de la hoja de ruta del hidrógeno verde como de la estrategia climática. Y de ese modo, se aspira que haya una acumulación de medidas que transciendan nombres y gobiernos para explotar el potencial de Uruguay en la materia y lograr un mayor rol a nivel mundial. Tal es así que se plasmaron objetivos a corto, mediano y largo plazo. 

Hacia 2025 se espera contar los primeros proyectos pilotos de una escala entre 150 y 300 MW de electrolizadores y de 200 a 500 MW de capacidad renovable. Pero para el 2030 la escala crecería hasta 1-2 GW en electrolizadores y de 2 a 4 GW de renovables. 

Mientras que la meta al 2040 está fijada en la producción de aproximadamente un millón de toneladas de  H2V mediante una capacidad cercana a 10 GW de electrolizadores y otros 20 GW de renovables, lo que permitiría reducir el LCOE hasta 11 USD/MWh para la fotovoltaica, 15 USD/MWh para la eólica y 21 USD/MWh para la energía offshore. 

Para ello, Uruguay buscará seguir dando señales a favor del mercado entre privados para afrontar la segunda transición energética del país, el desarrollo del sistema eléctrico y de la cadena de valor del hidrógeno verde. 

Hoy en día hay 4,93 GW de potencia instalada en el país, de los cuales la hidroeléctrica y la eólica representan el 31% cada una, la termoeléctrica, un 24%; biomasa otro 9% y la solar, un 5%, según los últimos registros compartidos por el gobierno uruguayo. 

Y de esa capacidad operativa, existen 8 proyectos greenfield de capitales españoles, 6 alemanes, 2 franceses y 2 italianos repartidos entre el 4% de las empresas de la Unión Europea establecidas en Uruguay que se desempeñan en el sector de energía.