Uruguay volvió a poner foco en abrir el mercado a las inversiones extranjeras para afrontar su segunda transición energética, impulsar aún más las renovables en el país como así también los desafíos vinculados a la electromovilidad y el hidrógeno verde.
Ante ello, el subsecretario de Industria, Energía y Minería de Uruguay, Walter Verri, deslizó que será fundamental la participación europea en el desarrollo de estas tecnologías y parques de generación, con tal de alcanzar los objetivos establecidos en la planificación energética y posicionarse como un actor relevante en el mercado mundial.
“El hidrógeno se está consolidando en nuestro radar de gobierno y para tener un desarrollo amplio del mismo en el futuro, debe hacerse con inversiones. Por lo tanto, si en la primera transición las inversiones europeas fueron importantes, en esta segunda seguramente serán muchísimo más necesarias”, sostuvo.
“Estamos en un momento oportuno para pensar de que necesitamos acentuar los lazos, en las inversiones y negocios que podamos hacer juntos”, agregó el funcionario durante una conferencia de prensa.
¿Por qué? Uruguay tiene la mirada puesta en ser productor exportador neto del hidrógeno verde, por lo que en su hoja de ruta del H2V puso el objetivo de 20 GW renovables y 10 GW de electrolizadores al 2040.
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Y cabe recordar que, según los últimos registros compartidos por el gobierno uruguayo, hay 4,93 GW de potencia instalada en el país, de los cuales la hidroeléctrica y la eólica representan el 31% cada una, la termoeléctrica, un 24%; biomasa otro 9% y la solar, un 5%.
De esa capacidad renovable, el 4% de las empresas de capitales de la Unión Europea establecidas en Uruguay se desempeñan en el sector de energía, de las cuales 14 compañías tienen proyectos eólicos y otras 2 centrales fotovoltaicas, según informaron durante la conferencia.
“Los proyectos greenfield registrados desde el año 2006 son 334, entre todos los sectores. Pero aquellos referidos a energías renovables, hay 8 de capitales españoles, 6 alemanes, 2 franceses y 2 italianos”, aseguró Inés Bonicelli, vicedirectora ejecutiva de Uruguay XXI.
Asimismo, la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP) sigue adelante con el modelo de inversiones en energía eólica offshore para producir hidrógeno verde en cuatro regiones de aguas jurisdiccionales del país.
Incluso, meses atrás, desde la propia entidad reconocieron que ya hubo más de cuarenta empresas interesadas y que cada bloque de 500 km2 tiene un potencial medio de 3,2 GW de potencia.
“Le damos la posibilidad de transformarse, de pasar de una empresa que hoy es netamente de refinación de combustibles fósiles a avanzar en las renovables y pueda ser generador de H2V. Para eso, establecimos un artículo que le da esa competencia, que no es un régimen de monopolio”, afirmó Verri.