Por Ignacio Ortiz para Télam

Las mayores perspectivas del desarrollo de Vaca Muerta para 2024 estarán enfocadas en la ventana del petróleo y en el incremento de esas exportaciones que le permita aprovechar la demanda global de crudo, los precios internacionales altos y la infraestructura en desarrollo.

El año para la formación neuquina cierra con el dato, el último disponible a noviembre, de un nuevo récord de producción al alcanzar los 368.616 barriles de petróleo por día (bbl/d), con un incremento interanual de 21,5%, registrando el mayor volumen en la historia de producción de la provincia.

El impulso del no convencional también alcanzó a la producción registrada en todo el país que se ubicó por encima de los 670.000 barriles de crudo diarios, con un incremento del 9% interanual, lo que representa que el 55% del total producido a nivel nacional provino de Vaca Muerta.

Para el titular de la consultora Economía & Energía, Nicolás Arceo, “en un contexto macroeconómico claramente adverso, y donde la política pública en materia energética no mostró una dirección definida, se logró una expansión significativa de la producción de petróleo y el sostenimiento de la producción de gas natural”.

La producción de petróleo convencional se redujo un 21% entre los primeros diez meses de 2019 e idéntico período de 2023, en tanto, la producción de shale oil se incrementó un 242%.

“El aumento de la producción permitió más que duplicar las exportaciones de crudo, que pasaron de 65 kbbl/d en los primeros nueve meses de 2019 a 125 kbbl/d en idéntico período del presente año”, detalló Arceo, lo que “exhibe una potencialidad que permite vislumbrar un cambio estructural del sector en la próxima década”.

En ese sentido, para el economista, la recomposición del precio del crudo al liberarse el precio de los combustibles y dejar atrás los valores del denominado barril criollo en el mercado local será “un factor fundamental para profundizar y acelerar el desarrollo del sector a lo largo de los próximos años”.  

Pero con un mercado doméstico completamente abastecido en sus necesidades de crudo para refinación, estimado en unos 530.000 barriles diarios, todo el excedente que se logre producir a futuro tendrá destino exportador, tal como vino ocurriendo en los últimos meses.

En los primeros diez meses de 2023 Argentina exportó hidrocarburos por US$ 3.788 millones, un 166% más que en idéntico período de 2019, en un mercado en el que fue determinante el aumento en la exportación de crudo, que explicó el 83% del crecimiento del valor exportado.

Para el titular de la consultora Paspartú, Juan José Carbajales, “Vaca Muerta da soluciones al país y a la macroeconomía, da trabajo y aporta más del 50% de la energía que se consume. Hoy estamos viendo la punta del iceberg de lo que podría ser bajo un esquema como el que se avizora que apunta a un régimen netamente exportador”.

De consolidarse ese paradigma exportador, se podrá “ver un nuevo auge de Vaca Muerta, sobre todo en petróleo y le puede aportar no sólo rentabilidad a  las empresa sino significativos ingresos al país, aunque queda la incógnita sobre cómo se va a asegurar el abastecimiento del mercado interno”.

La incertidumbre se plantea a partir de la voluntad del Gobierno de “prohibirse la intervención en las exportaciones de energéticos para pasar a un esquema en que las compañías puedan exportar libremente, aunque sin ese reaseguro que por normativa de 1967 prioriza la venta de crudo a los refinadores antes de poder pedir una exportación a autorizar por la Secretaría de Energía”.

Las perspectivas de incremento exportador en el caso del petróleo se apoyan en la proyección de mayor capacidad de transporte con obras que se encuentran en ejecución y proyectadas.

Es el caso de la muy reciente inauguración del Oleoducto Vaca Muerta Norte, que YPF llevó adelante este año con una inversión de US$ 250 millones, lo que permitió incrementar en 40.000 barriles la capacidad de transporte de petróleo de una quincena de áreas en Vaca Muerta hasta la estación Puesto Hernández, cabecera del Oleoducto Trasandino (Otasa) rehabilitado luego de 17 años.

De la misma manera, Oleoductos del Valle (Oldelval) avanza en el proyecto Duplicar+, una serie de obras de ampliación de transporte de crudo desde la Cuenca Neuquina hacia Puerto Rosales, en inmediaciones de Bahía Blanca, desde donde se embarca el crudo al exterior.

La empresa conformada por las principales operadoras de Vaca Muerta que financian la inversión de unos US$ 1.200 millones, inauguró su primera etapa a comienzos de octubre al sumar unos 20.000 barriles diarios, y proyecta una serie de hitos de ampliación que llevará a más que duplicar la evacuación en 2025, hasta 540.000 barriles.

Es que en tanto no se concreten las obras de infraestructura clave para incrementar la capacidad de transporte de gas natural, las compañías profundizarán su perfil exportador de crudo, tal como este año comenzó a hacer YPF al sumar al grupo de empresas como Shell, Vista, Pan American Energy, Pluspetrol o sus socias ExxonMobil y Chevron.

En el mismo sentido se encamina, a partir de 2024, otro gigante local como Tecpetrol que anunció el inicio del desarrollo de sus áreas Puesto Parada y Los Toldos 2, con los que proyecta alcanzar los 100.000 barriles diarios en promedio hacia el 2027, aprovechando las condiciones de precio que impone el mercado mundial, el frente exportador y el conocimiento previo acumulado en gas.

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