Ayer la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, compareció ante la Comisión Primera del Senado –VER- con un duro discurso en contra de los combustibles fósiles.
“Hoy, 30 años después, sabemos que este modelo –extractivista- tiene que transformarse e incomoda escuchar sobre esa transformación porque es mucho más fácil seguir en línea recta, seguir haciendo lo mismo”, indicó la funcionaria y consideró que es blanco de muchas críticas por ello.
Si bien reconoció que Latinoamérica, y Colombia en particular, es una región de bajas emisiones de gases de efecto invernadero en comparación de otras latitudes, sobre todo las del hemisferio norte, “no porque nuestra contribución sea menor significa que tenemos menos responsabilidad”, valoró.
“Nuestra apuesta pasa por la diversificación de la matriz energética”, destacó Vélez al tiempo que presentó un concepto para el nuevo Gobierno: El “estallido de las solares”.
Explicó que su significado tiene como sustento el potencial solar para la generación de energía eléctrica que posee Colombia para reemplazar a los combustibles fósiles, y la necesidad de aprovecharlo.
“Tenemos el compromiso de hacer la transición mucho más rápida y es esa transición rápida es lo que hemos llamado el estallido de las solares”, resumió la máxima autoridad energética.
En ese sentido, deslizó la posibilidad de una nueva subasta a largo plazo de energías renovables en ciernes, ya que en el marco de esta descripción elogió a las dos convocatorias que realizó el Gobierno de Duque, tanto la del 2019 como la del 2021, donde se adjudicaron casi 2.900 MW eólicos y solares.
Y además agregó: “Tenemos un enorme potencial en biomasa y estamos ya explorando esas posibilidades”.
También enfatizó sobre el fortalecimiento de las redes de transmisión no sólo eléctricas para la incorporación de estas fuentes de energía limpia, sino gasíferas, y la posibilidad de que en estas últimas pueda transportarse hidrógeno verde.
Indicó que su gestión se moverá sobre cinco principios energéticos que incluyan la equidad, para democratizar el acceso a la energía; la gradualidad y seguridad, “no vamos a importar gas de ningún lado porque tenemos los embalses llenos”; que sea incluyente y participativa; minería responsable; y transición intensiva en conocimiento.
“El conocimiento no está en los pilotos de fracking, que arriesgan una región, que arriesgan la Casa Grande, sino en fortalecer los institutos de investigación que tiene este país y que han tenido tan poco apoyo en las últimas décadas”, criticó Vélez.
Duro discurso contra el modelo extractivo
Además de dar una visión global sobre por qué es necesario que Colombia desaliente la producción de petróleo y gas, la ministra de Minas y Energía también se refirió al perjuicio social que este modelo genera.
Puntualizó sobre “tres paradojas” del modelo extractivista. Por un lado, se refirió a Casanare, la región gasífera más importante que ha tenido el país en las últimas dos décadas. Pero sus necesidades básicas son mayores que la media nacional.
Otra situación mencionada por Vélez es La Guajira, zona de altísimo potencial de gas y carbón, donde la desnutrición infantil seguida de muerte está ligadas a necesidades básicas insatisfechas por encima del 50% de la media colombiana.
Cerró con el caso de Arauca, una zona que explica el 7% de la explotación petrolera de Colombia. “Sin embargo, sus necesidades básicas insatisfechas están por encima del 30%; entonces cuando nos dicen que este modelo energético trae desarrollos, trae beneficios, realmente a quién se los trae, por qué estas regiones no lo están percibiendo”, sostuvo la máxima autoridad energética.
Y disparó: “El modelo minero-energético extractivista no le ha dejado a las regiones, no le ha dejado a la gente ni a las comunidades sino que le ha arrebatado su bienestar”.
Además, recordó “las violencias que se viven contra líderes ambientales” recordando el asesinato del pasado 10 de septiembre de Sibares Lamprea Vargas, líder de la Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo. “Somos millones pidiendo la transición energética justa y eso es lo que este Gobierno vino a hacer”, remató la máxima autoridad energética.
No obstante, Vélez aseguró que será respetada la seguridad jurídica. Destacó que en hay reservas probadas de gas por 8 años y de petróleo en 7,6 años, que son contratos que están firmados y que se respetarán. “No venimos a acabar con los contratos que han sido adquiridos, sino a decir que no vamos a seguir ampliando la frontera extractiva y de los hidrocarburos porque generan daños”, aseveró la ministra.